FILM PROHIBIDO
TRAS SU ESTRENO
Hace tiempo visioné este filme de Carlos Arévalo, Rojo y negro estrenada en 1942, auténtica propaganda falangista que sin embargo fue prohibida por el Régimen político que pretendía defender. Llegó a mis manos un artículo hablando de este título y la curiosidad me picó. No acostumbro ver cine español de esa época y menos con la temática de la Guerra Civil. Es sabido que el público patrio le reprocha a nuestra cinematografía esta fijación por la fratricida contienda. Un tema siempre espinoso y desagradable. La vi por curiosidad y por conocer a la estrella de entonces, Conchita Montenegro, que por cierto tiene en su filmografía títulos mucho más atractivos que éste.
Me encuentro con rostros populares de la primera TVE que ví allá por los sesenta, aquí rejuvenecidos. Ismael Merlo hecho un galán cuando siempre le veía de mayor. Antonio Moreno y José Sepúlveda (en la foto de la izquierda) eran muy habituales en aquel tiempo.
Lo que más sorprende de esta película es su audacia narrativa. Aquel plano secuencia de la checa del convento de las Adoratrices rodada en un gran decorado que muestra todas sus dependencias, escaleras incluidas. La cámara iba de habitación en habitación mientras los actores recitaban sus diálogos que eran reflexiones del momento que les tocaba vivir.
La historia central es una historia de amor entre un comunista (Ismael Merlo) y una falangista (Conchita Montenegro) mostrada como una mujer independiente, firme, alejada del estereotipo que imponía el Régimen de aquel tiempo.
Música chirriante, interpretaciones temperamentales. Al cabo de tres semanas de proyección el filme desapareció misteriosamente y de él nunca más se supo hasta que cincuenta años después apareció una copia y fue restaurada aunque la copia que he visionado dejaba mucho que desear por no haberse limpiado el sonido. Rojo y negro se merece su descubrimiento. Carlos Arévalo (1906 – 1989), su director, un quijote de nuestra industria que se estrelló contra los molinos de viento del mangoneo y la golfería. El cine español maltrata a sus cineastas, los relega a la marginación y al olvido. Todo está en manos de vividores sin escrúpulos. Pero siempre han salido francotiradores que han rodado cine especial y antológico como el que nos ocupa.
ROJO Y NEGRO. Año: 1942. País: España. Director: Carlos Arévalo. Reparto: Conchita Montenegro, Ismael Merlo, Quique Camoiras, Luisita España. Guión: Carlos Arévalo. Música: Juan Tellería. Fotografía: Enzo Riccione, Alfredo Fraile, Pérez Cubero (B&W). CEPICSA. Duraación: 78 minutos. Drama, Guerra Civil Española. Luisa y Miguel son una pareja de Madrid, novios prácticamente desde que eran niños. Ya en su juventud y en plena Segunda República, ambos adquieren una conciencia política muy diferente: él se afilia a un partido de izquierdas, y ella a la Falange Española. Desde ese momento, sus vidas irán por caminos distintos… El director falangista Carlos Arévalo realizó con esta película quizá la única de concepción claramente falangista realizada en España (los colores del título se refieren a la bandera). Curiosamente, dos semanas después de su estreno en el cine Capitol en Madrid, en mayo de 1942, y por razones nunca aclaradas, la película fue prohibida y permaneció desaparecida hasta que en 1996 fue restaurada por la Filmoteca Española
LA DONOSTIARRA QUE
CONQUISTÓ HOLLYWOOD
Hace unos días hablamos de Rojo y negro, filme de 1942 protagonizado por Conchita Montenegro, actriz que de la época que trabajó en Hollywood tanto en inglés como en castellano.
Concepción Andrés Picado, conocida cómo Conchita Montenegro, (San Sebastián; 11 de septiembre de 1911 – Madrid; 22 de abril de 2007), modelo, bailarina y actriz española. Abandonó su ciudad natal a los diez años para trasladarse a Madrid, donde comenzó a formarse y se fueron desarrollando sus cualidades interpretativas. Siendo aún adolescente marchó a París para asistir a clases de danza y arte dramático que recibió en la Escuela del Teatro de la Ópera.
La sensualidad y la fascinante belleza de Conchita la llevó pronto al cine. Rodó su primera película en 1927, La muñeca rota, dirigida por Reinhardt Blotner.
Después llegarían otras producciones como Rosa de Madrid (1927) de Eusebio Fernández Ardavín y Sortilegio (1927), de Agustín de Figueroa.
Llegó a Hollywood en 1930 sin saber nada de inglés, idioma que aprendió sobre la marcha. En una prueba se negó a besar al mismísimo Clark Gable pero llamó la atención de Lionel Barrymore. Conchita trabajó primero en las réplicas hispanas de los éxitos de Hollywood como De frente, marchen junto a Buster Keaton. Incluso se insinuó un romance entre ambos y posteriormente rodó películas en inglés como Cisco Kid, gran éxito de la temporada, y Never the twain shall meet (1931), de W.S. Van Dyke.En esta última cinta, traducida al castellano como Prohibido, trabajó por primera vez Montenegro con quien se convertiría en uno de los hombres más importante de su vida, el protagonista de Lo que el viento se llevó, Leslie Howard.
En 1942 volvió a España para rodar Rojo y negro, ya comentada, y en 1944 su última película Lola Montes dirigida por Antonio Román. Posteriormente se retiró del cine apartándose de la vida pública rigurosamente. Nunca concedía entrevistas y rechazaba toda clase de homenajes. Murió por causas naturales en 2007, a los 96 años, olvidada por el público español.
Se la considera una de las mujeres más bellas de nuestra cinematografía y convendría hacerle justicia algún día, revisar su obra y hablar de sus películas… Pero lo dejo para mejor ocasión.