Malditos bastardos (2009)

LAS TARANTINADAS DE RIGOR

MALDITOS BASTARDOS. Título original: Inglourious Basterds. Año: 2009. País: Estados Unidos. Dirección: Quentin Tarantino. Intérpretes: Brad Pitt (Lt. Aldo Raine), Mélanie Laurent (Shosanna), Christoph Waltz (Col. Hans Landa), Eli Roth (Sgt. Donny Donowitz), Michael Fassbender (Lt. Archie Hicox), Diane Kruger (Bridget von Hammersmark), Daniel Brühl (Fredrick Zoller), Til Schweiger (Sgt. Hugo Stiglitz), Gedeon Burkhard (Cpl. Wilhelm Wicki), Jacky Ido (Marcel), B.J. Novak (Pfc. Smithson Utivich), Sylvester Groth (Joseph Goebbels), Martin Wuttke (Hitler), Rod Taylor (Wiston Churchil). Guion: Quentin Tarantino. Fotografía: Robert Richardson. Coproducción Estados Unidos-Alemania; Universal Pictures, The Weinstein Company, Lawrence Bender, Studio Babelsberg. Duración: 146 minutos.

Malditos bastardos es una película bélica con dos tramas centrales y paralelas. Una es la de un comando de judíos que se dedican a matar nazis con métodos tan crueles como los que utilizan éstos durante la Segunda Guerra Mundial. Su enemigo es el oficial del SD, el Standartenführer Hans Landa (Christoph Waltz), un «malo» de película que habla haciendo aspavientos en un tono perverso.
Más que un villano es la caricatura de un villano, un ser absolutamente despreciable y odioso. Cuando era joven, en RTVE aparecía un crítico fenomenal llamado Alfonso Sánchez que decía «si los alemanes son tan tontos como los que salen en las películas no me explico que los americanos no hayan ganado la guerra en cuatro días«. Los nazis fueron crueles y asesinos genocidas, no pardillos de pueblo. No eran unos garrulos descerebrados.
La segunda trama es la de Shoshanna Dreyfus (Mélanie Laurent) una joven judía cuya familia es asesinada por Landa de forman repulsiva. Si la primera trama me parece algo tópica y antipática, la segunda me resulta más creíble e interesante.
Que los nazis fueron unos villanos nadie lo pone en duda pero no justifica una lectura ridícula como la que aquí presenta el señor Tarantino, cineasta irregular capaz de lo mejor y de lo peor.

Esta cinta tiene aspectos mejores. La trama de la actriz alemana Bridget von Hammersmark (Diane Kruger) que recuerda en cierto modo a la vedete Marika Rökk, una doble agente de los aliados es mejor pero demasiado esquemática.
La de Shoshanna lleva el peso de la película gracias al talento de la actriz y porque el personaje está mejor construido. Su cruel venganza es antológica aunque el tremendismo de Tarantino le hace un flaco favor.
Estamos ante un realizador que tiene muchos fanos y muchos detractores. Lo amas o lo odias. Pero al menos no te aburre como otros colegas suyos. Tiene su chispa, su gracia. Sus incondicional disfrutarán con su visión y se lo pasarán de fábula. Quien no le guste ya tendrá sus ídolos para disfrutar.

Quentin Tarantino

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