30 años sin Sitges

RECUERDOS SIN NOSTALGIA

Octubre 1986, Hotal Calípo9lis. Mi encuentro con Christopher Lee

Salvador Sáinz encuentra al monstruo de Frankenstein en Sitges 1987

En 1987, hace ya 30 años, fui a Sitges por última vez. Me refiero al festival, no a la villa que es asunto aparte. Dejar de asistir fue una decisión muy meditada, dolorosa pero necesaria.
Los problemas ya empezaron desde el principio teniendo que soportar el asedio de gorrones y la falta de respeto por parte de gente con escasa educación.
En 1988 estaba rodando La Grieta y en  1989 trabajaba en festivales y películas cuyas fechas coincidían con el certamen de la Blanca Subur. Años sucesivos el mismo problema.
En 1992, días después del festival rodé mi cameo en Semos peligrosos con Andrés Pajares, el camarero independentista de Sitges, y ya nunca más volví.
El desencuentro con el festival comenzó cuando el Poc Honorable Jordi Pujol ganó las primeras elecciones al Parlament  de Catalunya y la Consellería de Cultura creó una política terrorista en el campo del cine. Unos criticuchos de poca monta se apropió del festival, nos expulsaron a los trabajadores del mismo y nos llenaron de piropos poco agraciados.
Muchos amigos de la época nos giraron la cara y nos trataron con desprecio. Les estoy eternamente agradecido por su alejamiento porque gente con tanta indigencia moral es mejor tenerla lo más lejos posible.

El nivel cultural era de pena. En 1981 me llegaron a decir «que somos españoles porque la puta de Isabel la Católica quería follar con Fernando de Aragón«. En 1982 nos dieron la patada para colocar a  los amiguetes de turno. Actualmente el director del Certamen está o estuvo en prisión: La Audiencia Provincial de Barcelona ha condenado a dos años y medios de cárcel al productor del musical Grease por haberse quedado con más de 1,6 millones de euros de recaudación tras reducir falsamente, durante tres años, las cifras de asistencia al espectáculo en Madrid y la capital catalana. (20 minutos)
El Poc Honorable
Jordi Pujol i Soley su mujer Marta Ferrusola i Lladós y otros miembros de su familia son investigados por los delitos de cohecho, tráfico de influencias, delito fiscal, blanqueo de capitales, prevaricación, malversación y falsedad. En fin todos ellos unos santos.

Hace treinta años que tomé la decisión de desaparecer de ese mundillo y no me arrepiento de ello. Los últimos años fueron especialmente dolorosos. Había iniciado por fin mi carrera en el cine y abandoné el fandom. Hubo gente que se sintió molesta por el giro que había dado mi vida y se pasaron todos los festivales machacándome. Querían que yo volviera a publicar fanzines, colaborar en revistas de terror y me olvidara del cine. Al final me olvidé de ellos porque nunca más me volvieron a ver el pelo.

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