Basilio Martín Patino

HEROICO CINEASTA

El cineasta, productor y guionista Basilio Martín Patino (Lumbrales, Salamanca; 1930), uno de los principales directores españoles enmarcados en el llamado «cine de autor», ha fallecido este domingo en Madrid a los 86 años, según han confirmado fuentes familiares.
Basilio Martín Patino nació el 29 de octubre de 1930 en Lumbrales (Salamanca). Sus padres, ambos profesores, eran de derechas y católicos y sus dos hermanos se dedicaron a la vida religiosa; su hermano José María (1925-2015), sacerdote, fue secretario del cardenal Tarancón y su otra hermana es religiosa. Sin embargo, Basilio tomó un camino muy distinto, asumiendo posturas anarquistas que se verían reflejadas en su cine. Estudió en la Universidad de Salamanca, licenciándose en Filosofía y Letras, y posteriormente obtuvo el título de director-realizador por la Escuela Oficial de Cine de Madrid.
Tras su paso por la Escuela Oficial de Cinematografía y varios cortometrajes, el cineasta salmantino dirige su primer largometraje, Nueve cartas a Berta (1967) con Emilio Gutiérrez Caba y Elsa  Baeza  (Bayamo, Cuba, 2 de enero de 1947) una cantante y actriz cubana radicada en España. Lorenzo (Emilio Gutiérrez Caba) acaba de regresar de Inglaterra, donde se ha enamorado de Berta, una chica hija de padres exiliados que nunca ha visto España. Lorenzo intenta, a través de unas hermosas cartas, que ella entienda cómo es el mundo en el que un día vivieron sus padres.
La película fue un intento de crear cine de autor en España. Un cine más crítico, más real. En su día dio origen al llamado Nuevo Cine Español, un cine sin pretensiones comerciales lo que provocó su precipitada muerte en una industria sometida a intereses comerciales. Aquel intento de cambiar la historia de nuestra cinematografía, es decir una Nouvelle Vague a la española quedó en nada. «Nosotros no somos una Nouvelle Vague sino una Vague (ola)  triste«.
Años después el Nuevo Cine Español fue duramente criticado porque siendo un cine crítico con  el franquismo fue en realidad subvencionado por el mismo. Se trataba de un lavado de imagen del Régimen que pretendía engañar al resto de Europa proyectando una imagen más liberal.
Yo no voy a entrar en esta polémica porque en realidad no está motivada por pretensiones justas sino por pura envidia y porque se buscaba cualquier resquicio para hacer daño a unos cineastas que se dejaron la piel para mejorar nuestra situación:
La vida comercial del cine de Martín Patino fue muy limitada. Las Salas Especiales y los cine-clubs. Un cine tratado siempre con desdén, a contracorriente y con gran desidia.
Si sus películas de ficción han caído en el olvido, más relevancia tienen sus documentales. Canciones para después de una guerra (1971), de dura temática. Las canciones que estaban de moda en la postguerra y la guerra civil.
Queridísimos verdugos (1973) sobre esos siniestros personajes que ejecutaban al garrote vil durante el franquismo. Un documento escalofriante.
Caudillo (1974), documental crítico sobre el «invicto» general que nos gobernó cuarenta años.
Libre te quiero (2012), documental sobre el 15-M fue su último trabajo.Crónica de un conato de revolución en España contra las políticas suicidas del PSOE y del PP. Por desgracia el conato acabó en nada.
Sentía gran aprecio por el cineasta que acabamos de perder. Su pérdida es dolorosa a pesar de que es muy complicado ver su cine y le admiramos aquí por su valor y su honestidad profesional. Gracias, Basilio.

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