Por alusiones…

SUBVENCIONES AL CINE ESPAÑOL

Me hago eco de unos comentarios del cineasta Sebastián DÁrbó sobre el espinoso tema de las subvenciones al cine español que transcribo a continuación.

LAS COMISIONES DE VALORACIÓN MARGINARON LAS PELÍCULAS DE GENERO FANTÁSTICO, INCLUYENDO LAS MÍAS.

La película documenta EL PIONERO que muestra el mundo interior de como se crearon las películas de cine fantástico parapsicológico de Sebastián D’Arbó, pone al descubierto la trama urdida por Pilar Miró en la década de los 80, para acabar con el cine de género y que provocó la huida de espectadores de las salas de cine, que se vaciaron de público y consecuentemente esta politica reaccionaria produjo el hundimiento de la industria cinematográfica española.

Marginaron el cine fantástico negando subvenciones a mis películas y otras de género fantástico por parte de la administración, a las que mis producciones tenían los mismos derecho que el resto de películas de otros géneros. El estudioso y crítico cinematográfico del fantástico, Salvador Sainz, el año 2011 manifestó lo siguiente: «Cuando presentamos el proyecto de un thriller llamado “Escalofrío en la noche» de Francesc Herrera, a la comisión de evaluación de la Generalitat y al Ministerio de Cultura, pues los miembros de la comisión eran los mismos en la parte catalana y en la española, nos respondieron diciéndonos: “Denegamos la subvención al proyecto por ustedes presentado, porque es un film demasiado comercial”. Incluso a Sainz le dijeron directamente que si quería subvenciones debía renunciar al cine de género. ¡¡¡ Es asombroso este maginación temática intelectual, este menosprecio a la industria y este despreció absoluto al público cinematográfico!!!.

Y sobre la marginación de mis películas Salvador Sainz sigue diciendo: «Con respecto a Sebastián D’Arbó, con quien trabajé en dos películas, fue la persona que me metió en la profesión y por ello le he estado agradecido, me explicó Francisco Rovira Beleta (el director de “Los tarantos”), que también estaba en una comisión de estas en la Generalitat, que al ver uno de sus proyectos de película de D’Arbó sobre la mesa, comenzaron a gritar “¡¡¡Ni un duro para D’Arbó!!!”.

Sin embargo estos estos mismas personas manipuladoras subvencionaban películas de gente que no eran profesionales, también a películas muy raras y malas y que algunas que ni siquiera se estrenaban, y que incluso eran rechazadas si lo hacían. Como se ve estaban en contra del cine comercial. El colmo de la desfachatez es que algunos cineastas se auto subvencionaron sus proyectos, porque ellos eran miembros de los comités de valoración técnica. Sobre esos chanchullos en 1991 se publicó un libro escrito por Antoni Ribas “Contra el amiguismo y la corrupción” por Ediciones Libertarias.

¡¡¡ ERA UNA AUTÉNTICA VERGÜENZA!!! Es comprensible pues que yo, EL PIONERO Sebastián D’Arbó,acabará dejando el cine y volviera a la televisión y he tardado 30 años en regresar.

Sebastián D’Arbó

El tema de las subvenciones otorgadas en el cine español siempre ha dado mucho que hablar desde que en 1983 se promulgara la fatídica Ley Miró. Se empezaron a financiar proyectos españoles que nunca se estrenaban ni se exhibían en ninguna parte. Era un cine fantasma, un cine muerto que sólo triunfaba en el reproductor de video de su realizador que desaparecía de la industria tan rápido como había aparecido.
Los espectadores olvidan que esos proyectos fantasmas son financiados con nuestro dinero a pesar de que los beneficiarios de dichas subvenciones sentían un profundo desprecio hacía los contribuyentes que con sus impuestos pagaban sus invisibles producciones.
Muchos profesionales nos rebelamos contra esta dictadura y exigimos un cambio de la Administración recibiendo el desprecio por respuesta.
¿Qué estaba pasando? Un cambio de gobierno no suponía un cambio de política. Jorge Semprún fracasó porque tenía las manos atadas. Jordi Soler Tura no era competente para el cargo que le venía grande.
En 1988, en Platja d’Aro (Gerona) se organizó la primera y única semana, Mostra de Cinéma de Catalunya. Se proyectó Blue Gin, llenazo total y en media hora quedó el cine vacío. Completo ridículo.
Una película subvencionada fue rechazada de forma clara por el público. Declaraciones de su autor. «Todo va muy bien, todo va mejor que nunca. El que quiera hacer cine industrial que pida subvenciones al Ministerio de Industria«.

¿Qué estaba pasando en el cine español? ¿Porqué se suicidaba de una forma tan misteriosa? En Hollywood, Jack Valenti presionaba al gobierno español para que el cine español no fuera protegido de ningún modo.
Jack Valenti (Houston, Texas, 5 de septiembre de 1921 — Washington, DC, 26 de abril de 2007) fue un presidente de la Asociación Cinematográfica de Estados Unidos (MPAA).  Es decir un jefazo del mundo del cine de Hollywood. Muy conocido en la industria pero no por el público.
Con varios congresistas de Washington presionaron a los diferentes gobiernos españoles para que el cine español no tuviera ninguna protección amenazándoles con suspender los contratos de importación de España. Nuestro país exportaba o exporta a los Estados Unidos otros géneros de mercancía como, por ejemplo, el calzado. Los congresistas amenazaron con hundir este comercia si España protegía a su cine.
Los diferentes gobiernos españoles tenían las manos atadas y se limitaban a dar dinero a los amiguetes que los defendían contra toda razón y que se enriquecieron de forma misteriosa.
El Ministerio de Cultura español subvencionó el cine español que interesaba a los zares de Hollywood. Aquel que nadie quiere ver, aquel que no se estrena y que no gusta a nadie. Esa es la realidad.

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