ALGO TIENE QUE DAR
Something’s Got to Give (1962) fue la última película de Marilyn Monroe. Inacabada por los problemas que fue creando la actriz, siempre impuntual que durante días no aparecía en el rodaje. Sin embargo algunas escenas han permanecido en el recuerdo. Sobretodo la secuencia de la rubia actriz bañándose desnuda en la piscina.
Dirigida por George Cukor, en el reparto estaban Dean Martin, Cyd Charisse, Tom Tryon, John McGiver, Phil Silvers. Se trata de un remake de Mi mujer favorita (1940) de Garson Kanin con Irene Dunne, Cary Grant y Randolph Scott. Curioso triángulo.
El guión de esta cinta se rodó un año después con otro equipo. Apártate, cariño (1963) de Michael Gordon con Doris Day y James Gardner.
Doris Day no era Marilyn ni mucho menos por lo que la película no es nada del otro jueves. El cinco de agosto de 1962 la famosa estrella apareció muerta, en circunstancias poco claras, y el proyecto que nos ocupa se suspendió definitivamente.
El siguiente film de la estrella, Ella y sus maridos (1964) acabó por interpretarla Shirley McLaine.
El argumento de estas comedias es muy simple. Una bella mujer tiene un accidente de aviación y sus familiares no tienen noticias durante cinco años por lo que un tribunal la declara oficialmente fallecida. Cuando el marido va a rehacer su vida con Cyd Charisse, en la misma boda aparece la mujer que ha estado perdida cinco años en una isla junto a un imponente galán (Tom Tryon).
Todo son enredos y comicidad. Las secuencias que han sobrevivido al paso del tiempo son atractivas. Cuando Marilyn regresa a su hogar sólo la reconoce el perro como en La Odisea con el héroe Ulises.
Marilyn es actualmente una figura mitificada pero en su época no tuvo buena fama. No vamos a criticar a nadie pero comprendemos la actitud de la productora desesperada por el comportamiento de la actriz.
Mi mujer favorita (1940) de Garson Kanin con Irene Dunne, Cary Grant y Randolph Scott. Tres grandes actores para una genial comedia que merece revisarse.
Dean Martin y Cyd Charisse en el abortado remake Something’s Got to Give. Si me hubieran dejado elegir entre Charisse y Monroe me hubiera quedado con la primera. Es cuestión de gustos.