DOS FILMS MEXICANOS
LA ESCONDIDA. Año: 1956. País: México. Dirección: Roberto Gavaldón. Reparto: María Félix (Gabriela), Pedro Armendáriz (Felipe Rojano), Andrés Soler (General Nemesio Garza), Arturo Martínez (Don Cosme), Domingo Soler (Tata Agustino Rojano), Jorge Martínez de Hoyos (Máximo Tepal), Carlos Agostí (Coronel Octavio Montero), Sara Guasch (Hortensia), Miguel Manzano (Don Chente), Carlos Riquelme (Doctor Herrerías), Eduardo Alcaraz (Señor Ariza), Rafael Alcayde (Amo de hacienda). Guion: Roberto Gavaldón, Gunther Gerszo, Miguel N. Lira, José Revueltas. Música: Raúl Lavista, Cuco Sánchez. Fotografía: Gabriel Figueroa. Alfa Film. Duración: 100 minutos.
La Revolución Mexicana es un tema de lo más recurrente de la cinematografía azteca porque forma parte de su historia en primer lugar. Es el western de México. Su épica. Su gloria. Es el acontecimiento que ha propiciado al país actual mostrado siempre de forma eufórica y dicharachera. Todo lo contrario de la Guerra Civil española que siempre es mostrado de forma triste y desesperada.
Naturalmente los mexicanos ganaron su guerra y los españoles tuvimos un final adverso. Por eso ambas epopeyas presentan una visión distinta en sus películas.
El título hace referencia a la condición del personaje de María Félix. La escondida significa, según la terminología mexicana, que es la amante de un hombre importante con quien no se ha casado pero que lleva una vida marital oculta.
La protagonista es mantenida por un general del gobierno ya muy mayor pero ama al líder revolucionario. El melodrama está pues servido.
El guión no es ninguna maravilla. El desenlace es flojo y a la realización le falta fuerza. Los dos actores principales salvan la función sin esfuerzo. Eran dos divos imprescindibles en la época que sabían dominar la pantalla. Con un guión más sólido hubieran conseguido mejores resultados.
La época aquí tratada es la Revolución de 1910 cuando Francisco I. Madero inició la revuelta triunfante siendo elegido Presidente de Gobierno. Algo más de un año fue traicionado y asesinado como resultado del golpe de estado (la llamada Decena Trágica) dirigido por Victoriano Huerta.
Una época confusa en donde los personajes centrales dan bandazos viendose arrastrados por los acontecimientos.
LA CUCARACHA. Año: 1959. País: México. Director: Ismael Rodríguez. Reparto: María Félix (La cucaracha), Dolores del Rio (Isabel), Emilio Fernández (Coronel Antonio Zeta), Antonio Aguilar (Capitán Ventura), Flor Silvestre (Lola), Ignacio López Tarso (Trinidad), Cuco Sánchez (Soldado cantante), Irma Torres (Soldadera), Miguel Manzano (Don Gabriel Puente), Lupe Carriles (La trompeta), Humberto Almazán (Soldado), Alicia del Lago (Soldadera embarazada), Emma Roldán (Comadrona), Tito Novaro (Jacobo Méndez). Guion: José Bolaños, Ricardo Garibay, Ismael Rodríguez. Música: Raúl Lavista. Fotografía: Gabriel Figueroa. Películas Rodríguez. Duración: 97 minutos.
La cucaracha es una canción folclórica tradicional cuya tonada es de origen español, que posteriormente fue popularizada en México durante la revolución mexicana con letras autóctonas.
Esta película presenta como novedad un duelo interpretativo entre las dos grandes divas del cine mexicano. La gran Dolores del Río y María Félix gracias a una iniciativa de esta última.
Divas en el buen sentido de la palabra porque es una palabra muy desprestigiada por cierta clase de actores envanecidos que maltratan a los profesionales que trabajan con ellos.
María Félix tiene una larga leyenda negra al respecto y no vamos aquí aclarar nada. Nos interesa su trabajo como actriz y su personaje cinematográfico.
Pocas actrices han sido capaces de crear esta imagen de mujer fuerte como María Félix que entonces estaba en su mejor momento tras su gira europea.
Dolores del Río era un personaje distinto. Una mujer más femenina y dulce aunque fuerte de carácter. En La cucaracha tiene tal vez el mejor papel de la película. Isabel, la mujer de un maestro de escuela que es obligado a luchar por la revolución falleciendo y dejándola viuda.
Su personaje a lo largo de la cinta evoluciona. De una esposa convencional pasa a convertirse en una viuda asustada, desconsolada, que se hunde en la desesperación hasta acabar como una enérgica soldadera que luchan al lado de su nuevo hombre. «Si la Revolución te ha quitado a tu hombre, la Revolución te dará otro.»
La Cucaracha es una mujer muy María Félix, viste como hombre y es mal hablada con su voz ronca. De mujer fuerte se convierte en madre soltera que con su bebé sigue a los revolucionarios.
Además tenemos como protagonista a Emilio Fernández, el jefe revolucionario, muy poco simpático al principio pero que se va humanizando. Son los tiempos de Pancho Villa, de la lucha dura y de los grandes sacrificios.
La épica revolucionaria se impone. Eran tiempos de grandes hombres y grandes mujeres. La Revolución fue dura, fue violenta, pero mejoró la vida de su pueblo. Los mexicanos al menos lo intentaron.