CUANDO ÉRAMOS INOCENTES
ASIGNATURA PENDIENTE. Título original: Asignatura pendiente. Año: 1977. País: España. Dirección: José Luis Garci. Reparto: José Sacristán (José), Fiorella Faltoyano (Elena Gutiérrez del Castillo), Antonio Gamero (Antonio Rebolledo ‘Trotsky’), Silvia Tortosa (Ana), Héctor Alterio (Rafa), Simón Andreu (Paco), Covadonga Cadenas (Pepa), María Casanova (Pili), José Fernández, Pilar Lavanda, Carmen Luján, José María González Sinde (Niño), Berta Fraguas (Niña), Micaela Fraguas (Niña). Guion: José Luis Garci, José María González Sinde. Música: Varios. Fotografía: Manuel Rojas. Duración: 109 minutos. José Luis Tafur.
Antes que nada he de manifestar mi plena simpatía por José Luis Garci, José Sacristán y Fiorella Faltoyano pero no estoy de acuerdo con esta oda al victimismo. Es cierto que la dictadura fue mala para los españoles pero no fue nada excepcional, otros países lo han pasado peor.
La represión sexual no fue exclusiva del régimen, en España ya existía en tiempos de Viriato y en todos los países del mundo. El problema de los españoles esquíe votamos a malos políticos, cada gobierno es peor que el anterior. Los autonómicos son inenarrables. Los de Cataluña y Euskadi son terribles.
En la República se intentó imitar la Revolución bolchevique sucedida por una guerra civil. En Rusia la ganó Lenin y en España fue Franco el vencedor.
Este no es lugar para hablar de política pero sí para criticar el sentido de ciertas películas. No defiendo ni ataco ningún sistema político, pero sí pongo en cuestión el víctimismo.
Asignatura pendiente es película de una época, fuera de ella es poco comprensible. La época en la que España salió del franquismo, endemoniado por la mayoría de escritores y cronistas presentado como el Mal Absoluto, para entrar en un mundo idílico, la mitificada democracia creada por auténticos delincuentes. Es decir por una pandilla de cacos. Pero en aquel tiempo, la Transición, se tenía una imagen idealista que no se correspondía con la realidad.
Es decir que vivíamos obnubilados con una mentira que nos convenía. La realidad de España no es tan simple, es muy compleja. La película de Garci llora por las experiencias que deseamos tener y no tuvimos.
Es decir, no nos acostamos con la pareja que deseamos. En realidad lo que vivimos fue una época de autorepresión, autocensura. Franco no tenía fuerza para impedir que nos acostáramos con quienes queriamos, fuimos nosotros quienes nos reprimimos a nosotros mismos.
Los partidos que en aquel mitificamos, por falta de información, no nos dieron nada. Fue todo un espejismo.
La pareja de esta cinta se ducha junta, se acuesta junta y se creen libres, pero no lo son. Se lamentan de su pasado y no van a ningún lugar, son un tren en vía muerta. Son gente inmadura, desconcertada, que no sabe lo que busca. Ese desconcierto es el eje central de esta Asignatura pendiente.
Una pareja que se busca a sí misma huyendo de un pasado de atraso pero tranquilo. La película tuvo éxito y encumbró a José Luis Garci como un gran hombre de cine cuya cinefília está fuera de toda duda y al que muchos cinéfilos hemos cogido cariño.
Una película sobre una época ya superada que hemos dejado atrás.