La mula de hojalata (1925)

FATTY EN LA SOMBRA

LA MULA DE HOJALATA. Título original: The Iron Mule. Año: 1925. País: Estados Unidos. Directores: William Goodrich (Roscoe Arbuckle) y Grover Jones. Reparto: Al St. John (El maquinista), George Davis, Glen Cavender, Doris Deane, Billy Franey, Florence Reed, Walter C. Reed, John Sinclair, Lotus Thompson, Buster Keaton (Indio). Guión: Grover Jones. Duración: 13 minutos. Reel Comedies Inc, Buster Keaton (productor).
Cortometraje.

Roscoe Conkling Arbuckle (24 de marzo de 1887-29 de junio de 1933), más conocido como Fatty Arbuckle, fue un actor cómico estadounidense del cine mudo. Fue mentor de Charles Chaplin y descubrió a Buster Keaton y Bob Hope.

El 3 de septiembre de 1921, el famoso actor y director Roscoe Arbuckle celebró una fiesta en un hotel de San Francisco. En esa juerga falleció la actriz Virginia Rappe de peritonitis, siendo acusado Arbuckle de violarla con una botella. Se celebraron varios juicios pero fue declarado inocente de todos los cargos.
La susodicha actriz ya estaba enferma antes de acudir a la fiesta, tenía fama de juerguista y de amar mucho los escándalos sexuales por lo que Arbuckle quedó libre de toda acusación pero el daño ya estaba hecho.
La prensa se le echó encima, sobretodo Randolph Hearst, quien inspiró Ciudadano Kane. Un periodista carente de escrúpulos que se cebó con el orondo cómico que nunca más fue el mismo.
Tiempo después, Arbuckle intentó rehacer su carrera como director, llamándose William Goodrich  que fue su ocasional pseudónimo. No era mal cómico, los había mejores pero fue destruido por una calumnia malévola por lo que merece ser reivindicado al igual que la fallecida Virginia Rappe que fue denigrada porque le gustaba la diversión y la buena vida a la que todos tenemos derecho.

Protagonizada por Al St. John, sobrino de Arbuckle que le enchufaba en todos los rodajes, La mula de hojalata es un corto modesto, realizado con muy poco dinero y reutilizando el trenecito gracioso del gran éxito de Keaton La ley de la hospitalidad.  Algunos gags recuerdan al cine del gran cómico de la expresión melancólica quien aparece como un fiero indio en una secuencia.
El corto se ve con agrado, se nota mucho la mano anónima de Keaton que intentó ayudar a su viejo amigo en apuros todo lo que pudo.
Las calumnias son muy malas y destructivas. Quién las sufre jamás se recupera porque la duda prevalece siempre y jamás desaparece. Por eso, la vida de este corto fue muy precario y lamentable.


Roscoe Arbuckle

 

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