¡Que viva México! (1932)

OBRA MAESTRA INCONCLUSA

¡QUE VIVA MÉXICO! Título original: Que viva México! Año: 1932. País: México. Dirección: Sergei M. Eisenstein, Grigori Aleksandrov. Reparto: Félix Balderas (hermano de Sebastian), Sara García (hija del Hacendado), Martín Hernández (Sebastian), David Liceága (Matador), Julio Saldívar (Hacendado), Isabel Villaseñor (Maria), Baronito (Picador), Arcady Boytler (Extra), Concepcion (Chica en canoa), Raúl de Anda (Jinete). Guion: Grigori Aleksandrov. Música: Juan Aguilar. Fotografía: Gabriel Figueroa, Eduard Tissé (B&W). Duración: 84 minutos. Coproducción México-Estados Unidos; The Mexican Picture Trust.

Financiado por Upton Sinclair y otras personas, Serguéi Eisenstein llegó a México el 5 de diciembre de 1930, acompañado de Grigori Aleksándrov y Eduard Tissé, con el objetivo de rodar un fresco sobre la historia reciente de este país. En cuatro meses debían crea un filme paa ser exhibido el año siguiente en Estados Unidos, pero los presupuestos se dispararon y la financiación se cortó. Razón por la cual la película quedó inconclusa al no filmarse el episodio sobre las soldaderas, mujeres que fueron a luchar al frente durante la Revolución de Pancho Villa y Emiliano Zapata.
Nada más llegar al país fueron encarcelados tanto él como sus dos ayudantes de dirección, todos rusos, pero gracias a la intervención de un amigo español el panorama cambió hasta el punto de que lo convirtieron en huésped de honor.
En Hollywood Eisenstein fue maltratado, le llamaron «perro rojo», hizo amistad con Charlie Chaplin y visitó los estudios de Walt Disney.

¡Qué Viva México! es un canto al México indígena, a sus ancestros y a la inocencia y desnudez de sus gentes nativas. Les vemos llevar sus vidas en libertad con los cuidados planos de Eisenstein, sus bellas imágenes que impactaron en la cultura mexicana. Todo un regalo para la vista a pesar de ser una obra inconclusa.
Conocemos también las fiestas, las corridas de toros, la religión cristiana importada por los españoles que los indígenas viven con gran intensidad.
Nos cuentan además la opresión que los indígenas viven por parte de los grandes terratenientes, su continuo maltrato y sus injusticias. Hay episodios insólitos, como la hija del hacendado que caza a tiro limpio a los rebeldes nativos.
Las composiciones de cuadros son originales e imaginativas, como todo Eisenstein. Esta película es una auténtica obra de arte. Una maravilla que sobrevive al paso de los tiempos y es lástima que no pudiera rodar el episodio de las soldaduras qe lo hubieran convertido en una auténtica obra maestra.

Dos genios del cine: Sergei M. Eisenstein y Walt Disney. Ideológicamente en las antípodas pero la amistad es primordial.

 

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