Intolerancia (1916)

OBRA MAESTRA DEL SÉPTIMO ARTE

INTOLERANCIA. Título original: Intolerance: Love’s Struggle Throughout the Ages. País: Estados Unidos. Dirección, Guión y Producción: David Wark Griffith. Reparto: Lillian Gish (Madre eterna), Mae Marsh (La Chica), Robert Harron (El Chico), Fred Turner (padre de la chica), Miriam Cooper (la Vecina), Walter Long (Mosquetero de suburbios), Margery Wilson (Ojos Castaños), Eugene Pallette (Prosper Latour), Spottiswoode Aitken (padre de Ojos Castaños), Ruth Handforth (madre de Ojos Castaños), Constance Talmadge (Princesa Margarita de Valois/Chica de la Montaña), Alfred Paget (Baltasar), Elmer Clifton (el Rapsoda), Seena Owen (la Princesa Beloved), Tully Marshall (Alto Sacerdote de Bel-Marduk), George Siegmann (Ciro, el Grande), Carl Stockdale (Rey Nabonidus), Elmo Lincoln (Guardia de Baltasar), The Ruth St. Denis Dancers, Howard Gaye (Jesús), Lillian Langdon (María), Bessie Love (La Novia). Guión: Hettie Grey Baker, Tod Browning, D.W. Griffith, Anita Loos, Mary H. O’Connor, Walt Whitman, Frank E. Woods. Fotografía: Gottfried Wilhelm «Billy» Bitzer. Música: Carl Davis (1989), Joseph Carl Breil, Felix Günther (1924). Duración: 163 minutos.

Tras el espectacular  éxito de su anterior película, El nacimiento de una nación, el maestro Griffith soñó en  convertirse en el centro del universo con Intolerancia, su  mejor película y una de las más grandes que jamás se hayan rodado.
Pero desgraciadamente esta vez la taquilla le fue adversa. El público de la época no la supo entender porque su narrativa era muy avanzada para aquel tiempo y quedó desconcertado.
La producción costó dos millones de dólares de la época y Griffith, como un verdadero caballero sureño, las fue pagando hasta su muerte.
Ni así Griffith pudo lavar su nombre que quedó marcado para siempre con su anterior título. Se olvida que anteriormente, el maestro rodó el corto La Rosa de  Kentucky en  donde el enmascarado clan eran los «malos» y sus críticas tienen un transfondo hipócrita ya que El nacimiento de una nación fue la más exitosa de su carrera,una bomba que arrasó las taquillas y el público al comprar la entrada es copartícipe de su transgresión.
El nexo de unión de estas cuatro historias son esos planos de Lilian Gish meciendo una cuna. La Caída de Babilonia en el 539 a.C. cuando la ciudad fue arrasada por Ciro II el Grande, La Pasión de Cristo, la noche de San Bartolomé en París, 1572, y un episodio moderno de la época conforman esefresco en donde el odio destruye vidas, culturas y pueblos enteros.
En aquel tiempo había una guerra en Europa y los mensajes pacifistas eran completamente rechazados pero  un año después, al estallar la Revolución Rusa, Vladimir I. Lenin se interesó por Griffith entusiasmado por Intolerancia y le ofreció el puesto de coordinador general que el cineasta sudista no aceptó. Sin embargo su concepción cinematográfica inspiró la escuela soviética de cine lo que contradice las acusaciones de facha a Griffith que fue antetodo un cineasta cristiano,

Si nos fijamos bien en El nacimiento de una nación,  tachada de racista sin verla, todos los dardos van dirigidos a los políticos demagogos y populistas que manipularon a los ex esclavos africanos que no tenían entonces ninguna educación.  Abraham Lincoln era considerado el Gran Corazón, un hombre justo y venerable. Los villanos son  los políticos traidores que intentaron enriquecerse con la Reconstrucción del Sur.
Los villanos de Intolerancia son muy parecidos. gente adinerada y orgullosa. En el episodio moderno un grupo de mujeres reformistas que  se entrometen en la vida de la protagonista. El  villano Walter Long (el agresor que causa la muerte de Mae Marsh en El nacimiento de una nación y futuro rival de Laurel  y Hardy) es el hipócrita, el falso amigo. En Babilonia son las pretensiones de los sacerdotes los causantes de la tragedia.

En cambio en los segmentos de los hugonotes en  Francia, Griffith hace hincapié sobre la dificultad de que dos pueblos distintos ocupen el mismo lugar. En este caso los protestantes y los católicos, se habla de la matanza que sufrieron los primeros pero también de otra masacre anterior en donde se invertieron las tornas.
La parte final es emocionante. Griffith inventó el suspense, no Alfred Hitchcock. La trama nos deja sin aliento.  Está urdida con brillantez.
Hay personajes algo cómicos, como la Chica de la Montaña en Babilonia. Un personaje que atraía al  público de la época y al actual.
El tratamiento fotográfico es distinto en cada segmento. El de Babilonia es el mejor conseguido. Griffith nos habla de la intolerancia, de la pequeñez de los personajes negativos que hunden la grandeza de quienes conviven con ellos. Nada hay peor que la traición y los prejuicios.
Para mí Griffith es uno de los grandes maestros del cine al que la superficialidad ha denigrado injustamente. Un hombre que sabía contar una historia y un maestro del que todos aprendimos.

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