El comparsa (1929)

ÚLTIMO FILM MUDO
DE BUSTER KEATON

EL COMPARSA. Título original: Spite Marriage. Año: 1929. País: Estados Unidos. Directores: Edward Sedgwick, Buster Keaton. Reparto: Buster Keaton (Elmer Gantry), Dorothy Sebastian (Trilby Drew), Edward Earle (Lionel Benmore), Leila Hyams (Ethyl Norcrosse), William Bechtel (Frederick Nussbaum), Jack Byron (Scarzi). Guion: Robert E. Hopkins, Richard Schayer, Lew Lipton, Ernest Pagano. Fotografía: Reggie Lanning (B&W). Metro-Goldwyn-Mayer (MGM). Duración: 80 minutos.

Último film mudo de Buster Keaton cuando estaba bajo contrato en la Metro. Su anterior film fue todo un éxito, El cameraman, pero el advenimiento del sonoro provocó que El comparsa pasara desapercebida. Tras este traspiés la productora decidió que los siguientes filmes del gran cómico iban a ser talkies, films hablados, y Free and Easy  machacó la taquilla pero el arte de Keaton no era el mismo.

La Metro ambicionó los enormes dividendos de las películas de Buster Keaton, el genial cómico independiente, pero lo quisieron domesticar, obligarle a trabajar en la disciplina de la productora de Louis B. Mayer, en aquel tiempo la más importante de Hollywood. Aunque todos los artistas mejoraron cuando fueron contratados por la prestigiosa firma en el caso que nos ocupa ocurrió todo lo contrario.
Keaton se hundió en la Metro, fue el mayor error de toda su carrera. Perdió toda su autonomía, su equipo fue dispersado y trabajó con gente nueva con la que no encajaba de ningún modo. Sobretodo en unos momentos complicados como era la irrupción del cine sonoro que marginó a las grandes estrellas del cine mudo.
Eran otros tiempos y el público deseaba ver caras nuevas por lo que el genial cara de palo fue relegado a la categoría de estrella del ayer.

 El comparsa es un film de transición del mudo al sonoro. No hay palabras pero sí efectos sonoros como risas, ruidos, pisadas. La fórmula entonces no impresionó a nadie porque la atracción estaba en el cine hablado. Su siguiente título. Free and Easy (y su versión española Estrellados) fue un verdadero éxito que potenció su lugar en la Metro pero limitando su libertad.
Aquí nos encontramos con las constantes keatonianas. El amor idealizado hacia una mujer y sus esfuerzos para conseguirla teniendo todo en contra. Equívocos. Acrobacias para rescatarla del enemigo. En cierto modo la segunda parte recuerda a El navegante, la pareja perdida en un barco a la deriva y su encuentro con maleantes.
Ignorada en casi todas las antologías sobre Keaton, El comparsa se revela como una de sus mejores películas brillando a gran altura. No fue su canto del cisne pues alguno de sus talkies tienen calidad (Doughboys o Las calles de Nueva York) pero sí supone un punto final en su carrera muda que nunca más volvería a repetirse.
Es un adiós a una forma de arte cinematográfico, una triste despedida que nunca más íbamos a disfrutar.

Arriba dos fotos de rodaje de El comparsa. La pareja se reencontró en un corto sonoro, Allez Oop! (1934), estrenada en España como Más dificil todavía.

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