Dick Van Dyke cumple 92 años

UN SHOWMAN INCOMBUSTIBLE

Ann Margret y Dick Van Dyke, ambos se lanzaron al estrellato en «Un beso para Birdie»

El polifacético Dick Van Dyke nació el 13 de diciembre de 1925 en West Plains (Missouri). Junto a su hermano Jerry se educó no obstante en Danville (Illinois) debutando como actor a los cuatro años en una función de la Iglesia Parroquial, en el papel del Niño Jesús, aunque asustado se pasó toda la representación llorando.
Al estallar la Segunda Guerra Mundial fue destinado durante dos años en el Air Corps, iniciándose en las actuaciones personales y en los programas de radio de las Fuerzas Armadas para divertir a sus compañeros de armas. Al licenciarse abrió una agencia de publicidad que abandonó para formar en 1947, junto a Philip Erickson, el dúo cómico «The Merry Mutes», que enseguida se hizo popular en las más importantes salas de fiestas de los U.S.A. haciendo imitaciones y doblando los discos de moda. En 1953, la atracción pasó a llamarse «Eric and Van» pero poco tiempo después el dúo se disolvió, por lo que Dick debutó en solitario en la televisión con su nombre auténtico en «The Morning Show» (1953-1956) para la CBS, que le hizo muy popular.

Dick Van Dyke & Chita Rivera

Tras varios shows de moderada fortuna, Dick triunfó en Broadway con el musical «Girls against boys» (1959) cosechando críticas entusiastas, pero su mayor éxito en la escena fue en el musical de Charles Strouse y Lee Adams «Bye Bye Birdie» (1961) que le catapultó al cine al adaptarse esta obra para la gran pantalla.
Protagoniza un episodio de «Alfred Hitchcock presenta«. «Craig’s Will» (1960) con Stella Stevens en la que el gran Hitchcock aparece con perros y domando gatos. En 1963 pareció como estrella invitada en «The Danny Kaye Show» y  en «The Bob Hope Show«.
Actor, comediante, cantante, bailarín, pianista, guitarrista, imitador, prestigitador, pintor, escultor, decorador de interiores y fotógrafo suponen un curriculum muy variado que le permitió arrasar en la televisión con su célebre «El show de Dick Van Dyke» (The Dick Van Dyke Show, 1961-1966) de la CBS, que en los sesenta machacó literalmente los índices de audiencia, acaparando la entrega de los Emmys en la temporada 1962-1963. Factor importante en este triunfo fue la realización de Carl Reiner, quien más tarde pasó asimismo al cine.
En estos programas también hacía aparición la sombra de Stan Laurel en sus shows. Al igual que Jerry Lewis, Dick Van Dyke acudía a su domicilio de Santa Mónica para visitarle y ayudarle con la compra de gags anónimos.

Su primer film, tal como hecho dicho, es «Un beso para Birdie» (Bye Bye Birdie, 1962) de George Sidney, adaptación de la obra de Broadway, que se trata de una parodia enloquecida de los ídolos roqueros del momento. Conrad Birdie (Jesse Pearsons) es un cantante, al estilo Presley, que es llamado a filas. Para despedirse de su público en el show de Ed Sullivan, su compositor Bob (Dick Van Dyke) le escribe una canción especial, «El último beso«, tras la cual deberá besar simbólicamente a una fan escogida al azar (la maravillosa Ann-Margret). Janet Leigh era la novia de Dick en esta alegre y divertida comedia, destacando sobretodo la secuencia en la que Van Dyke sabotea un ballet soviético drogando al director de la orquesta que empieza a dirigir a una velocidad desorbitada.

En «Ella y sus maridos» (What a Way To Go, 1963) de Jack Lee Thompson, Dick era el primer marido de Shirley McLaine, la hija de Margaret Dumont, la dama de los Marx en su última aparición cinematográfica. Se trata de una joven americana a la que le gusta casarse con novios pobres, pero que al contraer matrimonio éstos hacen fortuna y fallecen accidentalmente. Cada esposo recrea una secuencia alegórica de un género cinematográfico. En el de Dick se recuerdan las viejas películas mudas de Mack Sennett, tal vez lo más divertido de tan irregular comedia.

Su mayor éxito en la pantalla grande fue «Mary Poppins» (Mary Poppins, 1964) de Robert Stevenson, un musical producido por Walt Disney protagonizado también por Julie Andrews, con quien repitió en un musical de Blake Edwards (marido de Julie) para la televisión, «Julie and Dick at Coven Garden» (1974). Dick fue Bert, un personaje bohemio que para ganarse la vida desempeña diversos oficios. Recordemos su número musical con Ed Wynn, cantando y bailando en el techo, lo más divertido de este excelente espectáculo, tal vez el más brillante de la productora en muchos años.

También con Disney, Dick reincidió en dos ocasiones más. «El teniente Robinson» (Lieutenant Robin Crusoe U.S.N, 1966.) de Byron Paul, versión paródica del personaje de Daniel Defoe perdido en una isla del Pacífico con la deliciosa Nancy Kwan. «Ni un momento de respiro» (Never a Dull Moment, 1967) de Jerry Paris, su director habitual de su show televisivo, trataba de un mediocre actor confundido con un gangster. Edward G. Robinson parodia con buen humor sus caracterizaciones de los años treinta y la cinta tiene momentos muy divertidos, aunque no tuviera éxito de taquilla por faltar la mano de Disney, fallecido antes del rodaje.

«Chitty chitty bang bang» (Chitty Chitty Bang Bang, 1968) de Ken Hughes fue otro musical rodado en Europa por la compañía de Albert Broccoli, productor de la serie de James Bond. Basado en una novela corta de Ian Fleming, Dick corre con el papel de Caractacus Pott, un inventor completamente chiflado, con apariciones secundarias de actores británicos como Lionel Jeffries y Benny Hill, posterior astro televisivo,
Otra comedia divertida de Van Dyke en cine fue «El arte de amar» (The Art of Love, 1965) de Norman Jewison, con exteriores en París, donde fue un pintor bohemio que no vende ningún cuadro hasta que por un accidente se le cree muerto, convirtiéndose entonces en un artista celebrado agotando todas sus existencias. Escondido en un cabaret, el falso «difunto» seguirá pintando cuadros que se venderán a precio de oro. La sueca Elke Sommer fue su pareja, en esta ácida comedia sobre la hipocresía de ciertos ambientes artísticos que sólo valoran la figura de un pintor cuando éste está muerto. Recordemos el caso de Van Gogh cuyas pinturas se venden a precios astronómicos en la actualidad, cuando todos sabemos que en vida no colocó ni uno. «Some Kind of a Nut» (1969) de Garson Kanin, de nuevo con Angie Dickinson, que también aparecía en el título anterior, era en cambio un film mediocre muy de gusto de los sesenta pasado completamente de moda.

Otros films de Van Dyke son más serios, «El novio de mi mujer» (Divorce Americain Style, 1967) de Bud Yorkin, una parodia del divorcio con Debbie Reynolds y Jean Simmons; «¡Cuidado con el mayordomo!» (Fitzwilly, 1967) de Delbert Mann, una ácida comedia acerca de un mayordomo que debe robar para que su señora arruinada mantenga su nivel de vida de antaño; «Un mes de abstinencia» (Cold Turkey, 1970) de Norman Lear, film donde se pone en solfa el vicio de fumar, supuso la última aparición cinematográfica del excelente secundario Edward Everett Horton.
Puede que la mejor interpretación de Dick Van Dyke en toda su carrera fuera en «El cómico» (The Comic, 1969) de Carl Reiner, un homenaje a Stan Laurel, cuyo argumento recuerda el drama que vivió Buster Keaton en su etapa sonora. Billy Wright es un célebre astro de la pantalla muda que se arruina cuando viene el cine hablado, sobreviviendo en la vejez con el rodaje de anuncios para televisión.

En «Más allá del amor» (The Runner Stumbles, 1978) de Stanley Kramer, Dick quiso romper con su anterior imagen con un personaje completamente dramático, un sacerdote acusado injustamente de haber asesinado a una monja (excelente Kathleen Quinlan), con apariciones impagables de Ray Bogler y Maureen Stapleton. Buena interpretación de Dick, en cambio su pequeña aparición en «Dick Tracy» (Dick Tracy, 1990) de Warren Beatty fue bastante triste aunque le rescató de un inmerecido olvido.

Dick Van Dyke y Mary Tyler Moore

Tras una carrera cinematográfica irregular pero simpática se retiró de la gran pantalla para volver al medio que le ha dado mayor gloria, la televisión. Tras «El nuevo show de Dick Van Dyke» (The New Dick Van Dyke Show, 1972), el astro de la pequeña pantalla protagoniza los siguientes telefilmes «The Morning After» (1974) de Richard Heffron; «Reacción negativa» (Reaction Negative, 1974) de Alf Kjellin, de la serie «Columbo» (Columbus), con Peter Falk; «25 años con Lucille Ball» (Lucy – the First 25 Years, 1976) para la CBS; «Un poquito de bondad» (1979) de Rod Amateau, de la serie «Supertren» (Supertrain); «Dinero fundido» (Found Money, 1983) de Bill Persky, una comedia al estilo Frank Capra; «Medicamento mortal» (Strong Medicine, 1986) de Guy Green, una miniserie de dos episodios-; «Un fantasma en mi vida» (Ghost of a Chance, 1988) de Don Taylor; «Amor bajo la carpa» (1989) de la serie «Las chicas de oro» (Golden Girls), como actor invitado, donde Dick fue un abogado metido a payaso de circo; «Un imperio de papel» (Keys to the Kingdom, 1990) de Michael Fresco, entre otros.

Sin embargo jamás recuperó su pasado prestigio hasta 1992, esta vez con un pintoresco médico metido a detective en una serie de misterio «Diagnóstico asesinato» coprotagonizada por su hijo Barry Van Dyke, donde no desdeñó en absoluto el alegre tono de comedia y los números musicales que le han hecho célebre. Para dicha serie también se rodaron dos largometrajes: «Cirugía mortal» (The House on Sycamare Street, 1992) de Christian Nyby II y «Diagnóstico asesinato» (Diagnosis of Murder, 1992) de Christopher Hilder, el piloto la serie.

Llega la última parte de su filmografía. El vigilante retirado Cecil en «Noche en el museo» (Night at the Museum, 2006) y una de sus secuelas «Noche en el museo: El secreto del faraón» (Night at the Museum: Secret of the Tomb, 2014) en donde comparte pantalla con Ben Stiller y otras grandes figuras que le volvieron a la actualidad. Para nosotros fue una gran alegría volverlo a encontrar en nuevas cintas aunque sea nonagenario pero con arrestos paraseguir luchando.
«Alexander y el día terrible, horrible, espantoso, horroroso» (Alexander and the Terrible, Horrible, No Good, Very Bad Day, 2014) y sobretodo «El regreso de Mary Poppins» (Mary Poppins Returns, 2018) en una aparición especial nos devuelven aunque brevemente al gran Dick Van Dyke, uno de los mejores comediantes que nos ha dado el Séptimo Arte, heredero de Stan Laurel, que hoy mismo cumple 92 años.

Dick Van Dyke en «The Caretaker 3D» (2010), un corto sobre una leyenda de Hollywood, el hombre que se cuida de las luces del gran letrero que preside la ciudad desde una gran colina.

Danny Kaye y Dick Van Dyke en «El Show de Danny Kaye» (Navidad 1963)

Esta entrada fue publicada en Cine. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.