Pinocho (2022)

DIVERTIDA OBRA MENOR

PINOCHO.Título original: Pinocchio. Año: 2022. País: Estados Unidos. Dirección: Robert Zemeckis. Intérpretes: Tom Hanks (Geppetto), Joseph Gordon-Levitt (Pepito Grillo, voz), Benjamin Evan Ainsworth (Pinocho, voz), Angus Wright (Signore Rizzi), Cynthia Erivo (Hada Azul), Sheila Atim (Signora Vitelli), Lorraine Bracco (Sofia, voz), Keegan-Michael Key (Honrado Juan, voz), Jamie Demetriou (Director de escuela), Giuseppe Battiston (Stromboli), Kyanne Lamaya (Fabiana), Jaquita Ta’le (Sabina, voz), Luke Evans (Cochero). Guion: Simon Farnaby, Chris Weitz, Robert Zemeckis. Historia: Carlo Collodi. Música: Alan Silvestri. Fotografía: Don Burgess. Duración: 111 minutos. Walt Disney Pictures, ImageMovers, Depth of Field. Distribuidora: Disney+

Pinocho (1940) es una película de sobras conocida por todo el mundo, un triunfo de Walt Disney basado en una novela italiana de carácter sórdido, escrita por Carlo Collodi. Disney dulcifico la novela original convirtiéndola en un relato infantil y en un impresionante éxito comercial que ha conocido múltiples reposiciones.
Se han rodado varias versiones, Roberto Benigni recolectó múltiples Razzies por su versión de 2002, pero en 2019 interpretó a Gepetto en la versión de Matteo Garrone.
En 2022 se estrenó la presente versión, machacada por la crítica, dirigida por Robert Zemeckis, autor aclamado por Forrest Gump, la trilogía Regreso al futuro y ¿Quien engañó a Roger Rabbit?

La presente versión del niño de madera está muy por debajo de todas esas obras citadas y sobretodo del original de Disney. Las nuevas películas de la factoría que lleva su nombre nada tienen que ver con las primeras producciones de su creador, tienen numerosos fracasos en taquilla y últimamente han anunciado 11000 despidos de la ruinosa compañía especialista en remakes de viejos éxitos de la en otros tiempos exitosa productora.
Las películas del tío Walt tenían magia e innovaciones técnicas, las actuales están desangeladas, carecen de gracia y no atraen a los públicos actuales a los que irritan en numerosas ocasiones.
Con todo no quiero decir que este Pinocho, sea una película nula ni mucho menos. Es obra menor más o menos simpática, agradable de ver. No es ningún bodrio ni mucho menos. Es una obrita que te divierte y te hace pasar un buen rato.

Al principio nos encontramos a un grillo vagabundo, Pepito Grillo, que busca refugio en un taller de un carpintero anciano llamado Gepetto que talla un muñeco de madera, una marioneta, a la que llama Pinocho. El carpintero se supone que es viudo, añora a su fallecida esposa, y se lamenta de no haber tenido un hijo. Le pide a la Estrella Azul un deseo y le envía un hada como respuesta. La Hada da vida a Pinocho, un niño de madera que se convertirá en real si realiza buenas acciones y a Pepito Grillo le nombra su conciencia.
Las vicisitudes del cuento son harto populares. Aparecen villanos, seres malvados que pretenden hacerse ricos exhibiendo a un niño de madera.
La primera parte de la película Pinocho cae en las garras de un malvado titiritero, Stromboli, pero en la nueva versión conocemos a su empleada Fabiana que es la titiritera buena, personaje añadido a la nueva versión como si Zemeckis deseara reivindicar la profesión quedando Stromboli reducido a un simple villano.
La segunda parte es dedicada a la Isla de los Juegos, un lugar tenebroso donde llevan a los niños “malos”, aquí, al contrario de la versión animada, incorporan a las niñas que son más traviesas que los niños.
La película se ve sin esfuerzo, no es genial pero sí amena. Se vislumbra la intención de una segunda parte con Pinocho y Sabina pero la taquilla es adversa a los nuevos productos Disney. El tío Walt y su sobrino Roy Disney ya no están y la productora zozobra en un mar de mediocridad políticamente correcta y soporífera.

Salvador Sáinz

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Reinicio del blog

HOLA AMIGOS

Queridos amigos y amigas de Diario de Cine.

A finales de julio sufrí un grave accidente que provocó mi ingreso en un hospital. He tenido que volver aprender a andar de nuevo y otras peripecias que no voy a contar.
Consecuencia directa ha sido el involuntario silencio de este blog, vuestro Diario de Cine.
Aunque maltrecho sigo adelante con mis proyectos. Malas lenguas dicen que tengo más moral que el alcoyano. Debe ser así.
Desde el hospital os escribo con mucho amor. No estoy recuperado del todo pero sí lo suficiente para escribiros.
¡Ah! continúo rodando nuevas películas. Debajo encontraréis una imagen de mi ultimo trabajo como actor y productor, Sempiterno (2023) de Stan Valen. Pronto ampliaré información.
Los viejos cineastas nunca mueren.

Txema Lorente y Salvador Sáinz en «Sempiterno» de Stan Valen.

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Cine e Historia 23: Tiberio Claudio emperador

MI CÉSAR FAVORITO

Tiberio Claudio César Augusto Germánicon. (en latín Tiberius Claudius Caesar Augustus Germanicus; Lugdunum, 1 de agosto de 10 a. C.n. 2​n. 3​-Roma, 13 de octubre de 54 d. C.n. 4​), historiador y político romano, fue el cuarto emperador romano de la dinastía Julio-Claudia, y gobernó desde el 24 de enero del año 41, hasta su muerte en el año 54. Nacido en Lugdunum, en la Galia, fue el primer emperador romano nacido fuera de la península itálica. Sus cenizas fueron depositadas en el mausoleo de Augusto.
Claudio padecía de ciertos trastornos, como los del habla, como es mi caso particular, razón por la cual me identifico con dicho personaje. Esos trastornos provocaron la burla y el desprecio  de sus contemporáneos. Le llamaron Claudio el idiota o Cla Cla Claudio. Sin embargo ese desprecio tan arraigado es el motivo por el cual llegó a envejecer mientras que sus familiares más sobresalientes murieron de forma misteriosa. Era hermano del popular Germánico Julio César (en latín, Germanicus Iulius Caesar, 24 de mayo del 15 a. C. – 10 de octubre del 19 d. C.) prominente general romano, conocido por sus campañas en Germania.
Fue padre de Calígula, abuelo de Nerón y hermano de nuestro amado Claudio. Sin embargo sus numerosas virtudes no le impidieron una muerte prematura que lo apartó de suceder a Octavio Augusto (Cayo Julio César Octaviano, también llamado Augusto o César Augusto; Roma, 63 a. C. – Nola, Nápoles, 14 d. C.) en el trono de Roma.
Su popularidad se debe principalmente al escritor Robert von Ranke Graves (Wimbledon, 24 de julio de 1895 – Deyá, 7 de diciembre de 1985) famoso erudito británico. Popular por novelas históricas llevadas a la televisión como Yo, Claudio (1934) y Claudio, el dios, y su esposa Mesalina (1935). En ellas conocemos todos los detalles importantes de la vida de tan singular emperador, puente entre los extravagantes Calígula y Nerón, los más odiados por los historiadores de las civilizaciones clásicas.

El cine se interesó por este material y se encargó el proyecto de llevarlo al cine al gran Josef von Sternberg (nacido como Jonas Sternberg, Viena, 29 de mayo de 1894-Hollywood, 22 de diciembre de 1969). En su autobiografía Fun in a Chinesse Laundry (Diversión en una lavandería china), que en España publicó Film Ideal en su último y ontológico número.
Yo Claudio ha sido y es la más famosa película inacabada. Merle Oberon, la actriz que interpretaba a Mesalina, sufrió un accidente que paralizó el rodaje que fue suspendido y no se pudo reanudar. Algunas imágenes pueden verse por internet, sobretodo en Youtube.
Protagonista el excelente actor y director Charles Laughton (Scarborough, 1 de julio de 1899 – Los Ángeles, 15 de diciembre de 1962) . En la mentada autobiografia, Sternberg nos hablaba de la megalomania de su estrella que convertía en un infierno el rodaje. Su suspensión fue para muchos una decepción pero para otros una liberación.
Como actor le debemos excelentes caracterizaciones de Rembrand o del rey inglés Enrique VIII, así como el cónsul Graco en Espartaco (1960). Su única realización La Noche del cazador (1955) es una obra maestra absoluta. Pero también es cierto que en rodajes era inaguantable por lo qu no es de extrañar que muchos profesionales se negaran a trabajar con él.

En 1976, la BBC de Londres grabó con escasos medios una miniserie antológica. Yo, Claudio (I Claudius) continua siendo en la actualidad una obra de referencia y una serie de culto. Su protagonista fue con todos los honores Derek George Jacobi (Leytonstone, Londres, Inglaterra, 22 de octubre de 1938), más conocido con Derek Jacobi, actor todoterreno y de gran riqueza interpretativa.
La serie empieza con el gobierno de César Octavio Augusto (Brian Blessed), una imagen distinta de la de Cleopatra (1963) o la serie Roma (2005) en donde se nos muestra un hombre cruel y depravado mientras que en la serie Yo, Claudio vemos a un emperador afable y bonachón.
Según los historiadores, Octavio Augusto cambió mucho cuando accedió al poder, convirtiéndose en el mejor emperador de la Historia de Roma. En cambio sus sucesores Tiberio y Calígula son ruines y mezquinos.
La esposa de Octavio, Livila Drusila (Siân Phillips) envenenó a los hombres más sobresalientes de la familia real, olvidándose de Claudio a quien consideró un idiota sin posibilidades de acceder al trono.
Tras el asesinato de Calígula (John Hurt), la carambola dio suerte al pobre y lisiado Claudio que se vio encumbrado inesperadamente contra su voluntad. Excelente administrador tuvo mala suerte con sus esposas, la ninfómana Mesalina (Sheila White) y la envenenadora Agripina la Menor (Barbara Young), madre del controvertido Nerón. Dos mujeres siniestras y mezquinas que empañaron el buen gobierno de Claudio.
Yo, Claudio y la serie Roma son las mejores versiones del antiguo Imperio Romano en donde se nos muestra excesivamente su crueldad pero no sus claroscuros.
Lamentablemente Derek Jacobi parodió su papel que le dio celebridad en Horrible Histories: The Movie – Rotten Romans (2019) pero ese resbalón es mejor olvidarlo.

 

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Cine e Historia 22: Iván el Terrible (1944)

LA OBRA CUMBRE
DE EISENSTEIN

IVÄN EL TERRIBLE. Título original: Ivan Groznyy I Part I. Año: 1944. País: Unión Soviética. Director: Sergei M. Eisenstein. Reparto: Nikolay Cherkasov (Zar Ivan IV), Lyudmila Tselikovskaya (Zarina Anastasia Romanovna), Serafima Birman (Boyarina Efrosinia Staritskaya), Mikhail Nazvanov (Principe Andrei Kurbsky), Mikhail Zharov (Guardia del Zar Malyuta Skuratov), Amvrosi Buchma (Guadia del Zar Aleksei Basmanov), Mikhail Kuznetsov (Fyodor Basmanov), Pavel Kadochnikov (Vladimir Andreyevich Staritsky), Andrei Abrikosov (Boyar Fyodor Kolychev), Aleksandr Mgebrov (Arzobispo Pimen de Novgorod), Maksim Mikhaylov (Archidiácono), Vladimir Balashov (Piotr Volynetz), Vsevolod Pudovkin (Nikola, Mendigo tonto), Semyon Timoshenko (Kaspar von Oldenbock, embajador de Livonia), Aleksandr Rumnev (El extraño). Guión: Sergei M. Eisenstein. Música: Sergei Prokofiev. Fotografía: Eduard Tissé & Andrei Moskvin (B&W). Duración: 100 minutos. Mosfilm Studios.

LA CONJURA DE LOS BOYARDOS. Título original: Ivan Groznyy II: Boyarsky zagovor Part II. Año: 1958. Pais: Unión Soviética (URSS). Director: Sergei M. Eisenstein. Reparto: Nikolay Cherkasov (Zar Ivan IV), Serafima Birman (Boyarina Efrosinia Staritskaya), Pavel Kadochnikov (Vladimir Andreyevich Staritsky), Mikhail Zharov (Guardia del Zar Malyuta Skuratov), Amvrosi Buchma (Guardia del Zar Aleksei Basmanov), Vsevolod Pudovkin (Nikolay el fanático), Mikhail Kuznetsov (Fyodor Basmanov), Aleksandr Mgebrov (Arzobispo Pimen de Novgorod), Andrei Abrikosov (Arzobispo Philip), Vladimir Balashov (Pyotr Volynets), Erik Pyryev (Ivan IV niño), Mikhail Nazvanov (Principe Andrei Kurbsky), Pavel Massalsky (Rey Sigismund de Polonia), Ada Voytsik (Elena Glinskaya, madre de Ivan). Guión: Sergei M. Eisenstein. Música: Sergei Prokofiev. Fotografía: Eduard Tissé & Andrei Moskvin (B&W). Duración: 88 minutos. Mosfilm Studios.

Iván IV Vasílievich (ruso: Иван IV Васильевич), llamado Iván el Terrible (Kolómenskoye, Rusia, 25 de agosto de 1530 – Moscú, 18 de marzo de 1584) zar de Rusia (1547-1584).
Este zar, el primero de la historia, es acreedor de amarga memoria por su crueldad y su posterior locura.
Sergei M. Eisenstein, con sus colaboradores Sergei Prokofiev y Eduard Tissé planearon una trilogía inconclusa sobre dicho personaje. Entre 1942 rodó en Alma-Atá (República Socialista Soviética de Kazajistán) la primera parte que se estrenó a finales de este año. Estaban en guerra y la producción cinematográfica se había evacuado a esta zona más alejada de la contienda bélica. Situada en Asia Central. El cine entonces tenía un gran valor propagandístico por lo que su producción en cierto modo se valoró como colaboración patriótica para elevar la moral de la población.
La segunda parte se rodó en Mosfilm, Moscú, en 1946 y se acabó dos años después. Fue prohibida por la censura soviética. La tercera parte, Las batallas de Iván, rodado completamente en color, no se concluyó por el fallecimiento inesperado de Eisenstein en 1948. El metraje fue confiscado y en parte destruido.

Ambas partes, en apariencia idénticas, en realidad son muy distintas. En la primera se pasan el tiempo con gestos muy exagerados y la segunda es muy fluida, sobresaliendo la secuencia del banquete con la burla al inocentón primo del zar. Una secuencia magistral con números musicales de gran calidad que incluso nos hace soñar con un Eisenstein distinto. La primera es romántica, la segunda es melancólica. Iván siente nostalgia por el amor perdido, se encuentra sólo, rodeado de enemigos crueles y se resiente por las intrigas que le dejaron viudo.
La lucha del poder central, implacable, en nuestros lares llamado «jacobino» (un poder central igualitario), contra unos nobles ambiciosos dispuestos a repartirse el botín del trono y sus privilegios de clase. La iglesia ortodoxa no está al margen de las intrigas.
En la primera parte se hace un paralelismo con un tirano, Nabucodonosor II, rey de Babilonia que conquistó Judá y convirtió a los judíos en esclavos, razón por la cual también pasó a la historia convertido en un cruel déspota.
Eisenstein realiza un paralelismo en una iglesia ortodoxa mediante una representación religiosa de unos mártires judíos (Ananías, Misael, y Azarías) a los que quiso quemar por no venerarle como Dios pero un ángel bajado del Cielo les salvó de morir quemados.
Por otra parte, el prime Iván es también una historia de amor con escenas épicas y excelentes encuadres que sólo Eisenstein sabía crear. En la segunda se centra en la soledad del autócrata, del poder que viene del Creador. Iván, llamado a partir de entonces «el Terrible», coincidió en el tiempo con otros autócratas como Felipe II de España e Isabel I de Inglaterra. Ésta fue su aliada y la que impidió que le quitaran el poder a cambio de suculentos beneficios comerciales.
Debido a su reflexión sobre la soledad del poder y su envilecimiento, se creyó ver en este Iván más humano de la segunda parte, La conjura de los boyardos, un retrato del propio Stalin que se sintió injuriado po lo que su proyección fue prohibida y no se estrenó hasta 1958 tras la muerte del dictador y de la denuncia a su culto a la personalidad, su megalomanía y su crueldad que llevó al comunismo a un callejón sin salida.

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Cine e Historia 21: Alexander Nevsky (1938)

OBRA MAESTRA DE EISENSTEIN

ALEXANDER NEVSKY. Título original: Aleksandr Nevskiyaka. Año: 1938. País: Unión Soviética (URSS). Dirección: Sergei M. Eisenstein. Reparto: Nikolay Cherkasov (Aleksandr Nevsky), Nikolai Okhlopkov (Vasili Buslai), Andrei Abrikosov (Gavrilo Oleksich), Dmitriy Orlov (Ignat – Maestro armerro), Vasili Novikov (Pavsha – Gobernador de Pskov), Nikolai Arsky (Domash Tverdislavich – a Novgorod Boyar), Varvara Massalitinova (Amelfa Timoferevna – Madre de Buslai), Valentina Ivashova (Olga Danilovna – una doncella de Novgorod), Aleksandra Danilova (Vasilisa – una doncella of Pskov), Vladimir Yershov (Von Balk – Gran Maestro de la Orden Teutónica), Sergei Blinnikov (Tverdilo – Alcalde traidor de Pskov), Ivan Lagutin (Anani – un monje), Lev Fenin (El Arzobispo), Naum Rogozhin (El monje de capucha negra). Guion: Sergei M. Eisenstein, Piotr A. Pavlenko. Música: Sergei Prokofiev. Fotografía: Eduard Tissé (B&W). Duración: 112 minutos. Artkino.

San Alejandro Nevski (ruso: Александр Ярославич Невский, Aleksandr Yaroslávich Nevski; Pereslavl-Zaleski, c. 1220 – Gorodets, 14 de noviembre de 1263), príncipe de Nóvgorod (1236), de Kiev (1246) y de Vladímir-Súzdal (1252-1263), fue un líder ruso y santo de la Iglesia ortodoxa rusa, hijo del Gran Duque Yaroslav, quien gobernaba en Nóvgorod, y una devota mujer llamada Teodosia. Luchó contra los suecos, teutones y tártaros que amenazaban Nóvgorod.
Fue canonizado en 1547, como san Alejandro Nevski, por la Iglesia ortodoxa rusa y su festividad se celebra el 6 de diciembre.

Sergei Prokofiev es autor de las siguientes piezas musicales: Pedro y el lobo para narrador y orquesta (1934), Romeo y Julieta (ballet, 1936), la ópera Guerra y paz (1946), la Sinfonía n.º 5 (1945), la suite El teniente Kizhé (1933) y Alejandro Nevski (cantata, 1938, para la película del director soviético Sergéi Eisenstein, también destaca su trabajo musical para la película Iván el Terrible, del mismo director).
En el año 1948, Andréi Aleksándrovich Zhdánov, presidente del Soviet supremo de la URSS y creador de una férrea censura estética, artística e ideológica, persiguió a Prokofiev por su música demasiado «cacofónica» para su gusto. Su esposa Lina fue acusada de espionaja y llevada a un campamento de trabajos forzados.
Segei M. Eisentein fue otra víctima de la censura de este personaje que viene a demostrar que en la Unión Soviética también había paletos en el poder.

Aunque la mayoría de los historiadores consideran las películas mudas de Sergei M. Eisentein lo mejor del cine (El acorazado Potemkin es considerada la mejor película de la historia del cine, aunque creo que esta afirmación es muy discutible) personalmente me inclino por su trilogía sonora dedicada a grandes personajes de la historia rusa como el zar Ivan el Terrible y Alexander Nevsky (san Alejandro Nevsky para nosotros).
Alexander Nevsky (1938) codirigida con Dmitri Ivanovich Vasilyev fue una película oportuna bajo el lema: «Quién visite la amada tierra rusa como invitado o como amigo, será bienvenido. Pero quien venga con la espada por la espada será abatido«. Advertencia dirigida a la Alemania Nazi que por aquellos años amenazaba invadir a la antigua Unión Soviética olvidándose de las experiencias tan desafortunadas de Napoleón Bonaparte, véase Guerra y Paz en cualquiera de sus versiones cinematográficas, y la encerrona del general Mikhail Kutuzovque le llevó al desastre. La historia se iba a repetir años después del rodaje de esta película pero con un alto número de vidas.
Mucha tinta ha vertido estos acontecimientos históricos y la figura de Josef Stalin, principal impulsor de estos proyectos, un jefe de estado que en su día fue mitificado, luego considerado un auténtico monstruo, pero que consiguió convertir a la Unión Soviética en la segunda potencia mundial y neutralizar a los mismísimos Estados Unidos de Norteamérica.
La película, protagonizada por el gran Nikolai Cherkasov (de quien podemos ver su excelente versión de Don Quijote de la Mancha en DVD), un coloso de 1’98 metros de estatura y actor predilecto del dictador ruso. Sobresale su potente timbre de voz que es impresionante. En su filmografía una versión de Los hijos del capitán Grant (1938) que en la versión Disney de 1962 interpretó Maurice Chevalier. En el mismo año fue Billy Bonns en una versión soviética de La isla del tesoro que no hay forma de visionar.
Comunista del ala dura cuando falleció en 1966 se le enterró en el cementerio del monasterio Alexander Nevsky en San Petersburgo creado en memoria de su popular interpretación que obtuvo tal éxito que, desde entonces, este santo aparece con la imagen del actor soviético. Aquí no juzgamos su trayectoria política por no considerarlo de mi competencia, pero sí su carrera interpretativa que es de gran calidad vistas las películas que han llegado hasta nosotros.
Junto a la música del genial Sergei Prokofiev y la fotografía de Eduard Tissé, uno de los mejores en la Historia del Cine, la película su fuerza épica y detalles inusuales en la filmografía de Eisenstein. Del protagonismo colectivo de unas masas pasamos a ver las batallas a través de un héroe nacional.
Para mi la mejor secuencia es cuando ha terminado la batalla y los heridos gritan nombres de mujer, su esposa, su madre, su hija o su hermana. Un momento de inusual belleza en que vemos a los héroes caídos en un gran gesto de humanidad que los convierte en seres más próximos, más cercanos.
Nevsky además es justo. Al acabar la batalla perdona a los soldados rasos por considerar que no tienen culpa de nada ya que fueron obligados al campo de batalla. Resaltemos la tétrica presencia de los monjes teutones presentados como siniestros cuervos de mirada cejijunta. También se ven amoríos, inéditos en la filmografía del gran cineasta ruso.
Pero la batalla sobre el lago helado, en pleno y crudo invierno, pasará a los anales de la cinematografía por su perfección. Esos planos de los caballeros teutones hundiéndose sobre el hielo arrastrando la capa por la superficie rota son los más logrados en cine histórico y bélico.
De la épica revolucionaria hemos pasado a la épica nacional, la Madre Patria, la Madre Rusia con su tono melancólico y triste propio de la cultura de este país y que es evidenciado en su literatura.
A pesar del tiempo transcurrido Alexander Nevsky conserva sus valores, aunque ya haya desaparecido el Estado que le hizo posible. Como diría Charlie Chaplin en El gran dictador, los dictadores pasarán. El tiempo dejó a cada cual en su sitio. Su enorme poder ha quedado en nada y el marxismo no consiguió sus objetivos de transformar el mundo porque el capitalismo le venció, un capitalismo feroz y salvaje que provoca crisis económicas y hambre y miseria.
El sueño se desvaneció en la nada tal vez porque no se supieron asumir sus múltiples contradicciones.
El arte de Eisenstein, Tissé y Prokofiev ha sobrevivido al paso de los tiempos. Un cine mucho más personal que el que vemos habitualmente y que a los cinéfilos nos sigue interesando.
San Alejandro Nevsky

Catedral de San Alejandro Nevsky en Sofía (Bulgaria)

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¡Que viva México! (1932)

OBRA MAESTRA INCONCLUSA

¡QUE VIVA MÉXICO! Título original: Que viva México! Año: 1932. País: México. Dirección: Sergei M. Eisenstein, Grigori Aleksandrov. Reparto: Félix Balderas (hermano de Sebastian), Sara García (hija del Hacendado), Martín Hernández (Sebastian), David Liceága (Matador), Julio Saldívar (Hacendado), Isabel Villaseñor (Maria), Baronito (Picador), Arcady Boytler (Extra), Concepcion (Chica en canoa), Raúl de Anda (Jinete). Guion: Grigori Aleksandrov. Música: Juan Aguilar. Fotografía: Gabriel Figueroa, Eduard Tissé (B&W). Duración: 84 minutos. Coproducción México-Estados Unidos; The Mexican Picture Trust.

Financiado por Upton Sinclair y otras personas, Serguéi Eisenstein llegó a México el 5 de diciembre de 1930, acompañado de Grigori Aleksándrov y Eduard Tissé, con el objetivo de rodar un fresco sobre la historia reciente de este país. En cuatro meses debían crea un filme paa ser exhibido el año siguiente en Estados Unidos, pero los presupuestos se dispararon y la financiación se cortó. Razón por la cual la película quedó inconclusa al no filmarse el episodio sobre las soldaderas, mujeres que fueron a luchar al frente durante la Revolución de Pancho Villa y Emiliano Zapata.
Nada más llegar al país fueron encarcelados tanto él como sus dos ayudantes de dirección, todos rusos, pero gracias a la intervención de un amigo español el panorama cambió hasta el punto de que lo convirtieron en huésped de honor.
En Hollywood Eisenstein fue maltratado, le llamaron «perro rojo», hizo amistad con Charlie Chaplin y visitó los estudios de Walt Disney.

¡Qué Viva México! es un canto al México indígena, a sus ancestros y a la inocencia y desnudez de sus gentes nativas. Les vemos llevar sus vidas en libertad con los cuidados planos de Eisenstein, sus bellas imágenes que impactaron en la cultura mexicana. Todo un regalo para la vista a pesar de ser una obra inconclusa.
Conocemos también las fiestas, las corridas de toros, la religión cristiana importada por los españoles que los indígenas viven con gran intensidad.
Nos cuentan además la opresión que los indígenas viven por parte de los grandes terratenientes, su continuo maltrato y sus injusticias. Hay episodios insólitos, como la hija del hacendado que caza a tiro limpio a los rebeldes nativos.
Las composiciones de cuadros son originales e imaginativas, como todo Eisenstein. Esta película es una auténtica obra de arte. Una maravilla que sobrevive al paso de los tiempos y es lástima que no pudiera rodar el episodio de las soldaduras qe lo hubieran convertido en una auténtica obra maestra.

Dos genios del cine: Sergei M. Eisenstein y Walt Disney. Ideológicamente en las antípodas pero la amistad es primordial.

 

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The Congress Dances (1931)

EL CONGRESO EN INGLÉS

EL CONGRESO SE DIVIERTE. Título original: The Congress Dances. Año: 1931.País: Alemania. Director: Erik Charell. Reparto: Lilian Harvey (Christel Weinzinger, vendedora de guantes), Conrad Veidt (Principe Metternich), Henri Garat (Zar Alexander I / Uralsky), Lil Dagover (Condesa), Gibb McLaughlin (Bibikoff), Reginald Purdell (Pepi), Philipp Manning (Rey de Sajonia), Humberston Wright (Duque de Wellington), Helen Haye (Princesa), Spencer Trevor (Ministro de Finanzas), Tarquini d’Or (Cantante).Guión: Norbert Falk & Robert Liebmann. Música: Werner Heymann. Fotografía: Carl Hoffmann. Universum Film (UFA). Duración: 92 minutos. Comedia, siglo XIX

El Congreso se divierte con  la legendaria Lilian Harvey, actriz nacida en Inglaterra pero educada en Suiza y Alemania, tuvo la mala suerte de que sus enemigos y del resto del mundo, Adolf Hitler y el Partido Nazi, tomaran el poder en Alemania y aunque en un principio la convivencia fue pacífica acabó siendo perseguida por el régimen más odiado de la Historia.
En los enlaces se habla más en detalle de esta película que tuvo tres versiones, la alemana, la francesa y la inglesa, las tres protagonizadas por nuestra maravillosa actriz. En si día fue considerada la chica más guapa del mundo. Algo exagerada afirmación pero para nosotros no anda muy desacertada.
En esta reseña de vuestro Diario de Cine comentamos la versión inglesa porque la alemana ya fue tratada en su día.
En la misma cinta nos encontramos a Conrad Veidt (nacido Hans Walter Konrad Veidt; Berlín, 22 de enero de 1893-Hollywood, 3 de abril de 1943) en un rol simpático. Es el intérprete del nazi malo en Casablanca, el villano de El ladrón de Bagdad, El gabinete del doctor Caligari y muchas maravillas más. Un actor poco valorado y que se merecería una reivindicación.

En copias en DVD o Blu-ray muy deficientes esta película, y sus réplicas  correspondientes, merecen a gritos una perfecta remasterización y una edición digna para rescatarla del olvido. Se trata de una de las mejores comedias jamás filmadas, cinta que posteriormente irritó al Partido Nazi que la prohibió y la ayuda de Lilian Harvey a sus amigos judíos a los que ayudó a huir al extranjero provocó que le negaran la nacionalidad alemana y le confiscaran todos sus bienes. Tras una desafortunada experiencia en Hollywood, parecida a las películas Metro de Buster Keaton, se refugió en Francia de donde huyó cuando fue invadida por los nazis.
Hollywood le ofreció un suculento contrato pero lo rechazó para trabajar de enfermera voluntaria durante la Segunda Guerra Mundial. Conrad Veidt también se vio obligado a huir para trabajar de villano en Londres y Hollywood como la famosa Casablanca ya mencionada.
The Congress Dances.es una versión melancólica del cuento de la Cenicienta con un final agridulce. Tiene escenas maravillosas, su paseo en carruaje con largos planos en donde saluda a toda la gente que se cruza con ella. El paseo con farolas de papel a ritmo de la Marcha militar de Franz Schubert.
Grandes dosis de humor, el besuqueo al zar de las mujeres austriacas mostrando una Viena distendida con altos dignatarios que no están para la labor y que utilizan a dobles para actos oficiales.
Una corte decadente de auténticas momias que se duermen en la Opera con la maravillosa pieza Danzas Polovtsianas de El Príncipe Igor de Aleksandr Borodin, gente que no tiene ninguna sensibilidad, que juega con las vidas de sus súbditos.
Lilian Harvey muestra su bondad y su ingenuidad viviendo un sueño con amargo despertar. Esperemos que pronto dispongamos de una verdadera remasterización para que los nuevos públicos descubran esta maravillosa cinta.

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Muerte en el Nilo (2022)

SUSPENSO EN EL NILO

MUERTE EN EL NILO. Título original: Death on the Nile. Año: 2022. País: Estados Unidos. Dirección: Kenneth Branagh. Reparto: Kenneth Branagh (Hercules Poirot), Gal Gadot (Linnet Ridgeway), Annette Bening (Euphemia Bouc), Rose Leslie (Louise Bourge), Letitia Wright, Armie Hammer, Ali Fazal, Sophie Okonedo, Tom Bateman, Emma Mackey, Dawn French, Jennifer Saunders, Russell Brand, Nikkita Chadha. Guion: Michael Green. Novela: Agatha Christie. Música: Patrick Doyle. Fotografía: Haris Zambarloukos. Duración: 127 minutos. The Estate of Agatha Christie, 20th Century Studios. Distribuidora: 20th Century Studios.

Agatha Christie, de verdadero nombre Agatha Mary Clarissa Miller (Torquay, 15 de septiembre de 1890-Wallingford, 12 de enero de 1976), fue una escritora y dramaturga británica especializada en el género policial, convirtiéndose en una de las más famosas literatas alrededor del mundo. Su personaje predilecto es Hércules Poirot (Hercule Poirot en la versión original en inglés) un detective privado belga creado por Agatha Christie. Junto con Miss Marple, es uno de los personajes más famosos creados por la escritora y es el protagonista de 33 novelas y 50 relatos cortos publicados entre 1920 y 1975.
Poirot ha sido interpretado tanto en la televisión como en el cine por varios actores, como Albert Finney, David Suchet, Peter Ustinov, Ian Holm, Tony Randall, Alfred Molina y Kenneth Branagh.
Hércules Poirot es uno de los detectives más populares de la historia de la literatura, debido a su característico estilo, elegancia, inteligencia y sus no menos interesantes casos. Por este motivo el personaje fue llevado al cine en múltiples ocasiones: Alibi (1931), Black Coffe (1931), Lord Edgware Dies (1934), Detective con rubia (1966), Asesinato en el Orient Express (1974), Trece a la mesa (1985), El templete de Nasse House (1986), Traición en tres actos (1986), Cita con la muerte (1988), Muerte en el Nilo (1978), Muerte bajo el Sol (1982), protagonizadas estas últimas por Peter Ustinov.
Incluso contó con su propia serie de televisión: Agatha Christie: Poirot (1989), protagonizada por el actor británico David Suchet, que alcanzó trece temporadas.
En el año 2017, el personaje fue llevado nuevamente al cine con la película Asesinato en el Orient Express, encarnado por Kenneth Branagh, quien repitió el papel en el año 2022 con la película Muerte en el Nilo.

Muerte en el Nilo es un filme clásico realizado con mucha corrección y que de ningún modo molesta. Es lo que podríamos denominar film alimenticio, realizado para ganar dinero y sanear las cuentas corrientes d quienes participan en ella.
Así Kenneth Branagh consigue filmar su Belfast en blanco y negro con tintes más personales. Yo no critico ni condeno semejante situación, lo comprendo y lo aplaudo.
Esta película destaca por su profesionalidad, todo está calculado al mínimo detalle y nos ofrece bellas imágenes del río Nilo como en Las cuatro plumas, ya comentada.
Al ser un filme de encargo resulta frío en su desarrollo, los intérpretes cuidan su papel pero no se entusiasman por ellos. Les falta pasión.
Eso sí los efectos, la factura profesional son muy brillantes. Todo encaja a la perfección, no hay cabos sueltos. Si has visto anteriores versiones no tendrás sorpresas, ya sabes quien es el asesino y no tiene suspenso. Pero quedan bellas imágenes y no te aburren de ningún modo.
Es una película que se consume y se olvida. Nada del otro jueves.

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Las cuatro plumas (1939)

AVENTURAS EN EL NILO

LAS CUATRO PLUMAS. Título original: The Four Feathers. Año: 1939. País: Reino Unido. Dirección: Zoltan Korda. Reparto: John Clements (Harry Faversham), Ralph Richardson (Capitánn John Durrance), C. Aubrey Smith (General Burroughs), June Duprez (Ethne Burroughs), Allan Jeayes (General Faversham), Jack Allen (Teniente Willoughby), Donald Gray (Peter Burroughs), Frederick Culley (Dr. Sutton), Clive Baxter (joven Harry Faversham), Robert Rendel (Coronel), Archibald Batty (Ayudante), Derek Elphinstone (Teniente Parker). Guion: R.C. Sherriff, Lajos Biro, Arthur Wimperis. Novela: A.E.W. Mason. Música: Miklós Rózsa. Fotografía: Georges Périnal. Duración: 130 minutos. London Films. Productor. Alexander Korda.

Zoltan Korda (3 de junio de 1895 – 13 de octubre de 1961) fue un guionista, director y productor cinematográfico nacido en Hungría. Hizo su primera película en Hungría en 1918 y trabajó con su hermano Alexander Korda en la realización de películas en su país y en Londres. Ambos se mudaron a los Estados Unidos en 1940, a Hollywood, integrándose en la industria cinematográfica estadounidense.
Sir Alexander Korda (nacido Sándor László Kellner; húngaro: Korda Sándor; 16 de septiembre de 1893 – 23 de enero de 1956) fue un director de cine, productor y guionista húngaro-británico, que fundó su propia producción cinematográfica. estudios y distribuidora de películas.
Nacido en Hungría, donde comenzó su carrera, trabajó brevemente en las industrias cinematográficas de Austria y Alemania durante la era del cine mudo, antes de instalarse en Hollywood entre 1926 y 1930 para el primero de sus dos breves períodos allí (el otro fue durante Segunda Guerra Mundial). El cambio lo llevó a divorciarse de su primera esposa, la actriz de cine húngara María Corda, quien no pudo hacer la transición del cine mudo al «talkie» debido a su fuerte acento húngaro.
A partir de 1930, Korda participó activamente en la industria cinematográfica británica y pronto se convirtió en una de sus principales figuras. Fue el fundador de London Films y, después de la guerra, propietario de British Lion Films, una empresa de distribución de películas. Korda produjo muchos clásicos sobresalientes de la industria cinematográfica británica, incluidos La vida privada de Enrique VIII, Rembrandt, El ladrón de Bagdad y El tercer hombre. En 1942, Korda se convirtió en el primer cineasta en recibir el título de caballero del Imperio Británico.

Las cuatro plumas (1939) comienza con el asesinato del general Charles George Gordon, CB (Londres, 28 de enero de 1833 – Jartum, 26 de enero de 1885), que por cierto es el final de la película Kartum (1966) de Basil Dearden con Charlton Heston. La cinta de Korda está centrada en las represalias inglesas contra estos nativos que se revolvieron contra el Imperio británico.
Se tratan de cintas muy de su época que no serían comprendidas por públicos actuales.
El protagonista Harry Faversham (John Clements) es hijo de un militar y desciende de una larga tradición de antepasados que vivieron en el ejército muriendo en el campo de batalla. Cuando el gobierno británico decide castigar la muerte del general Gordon todos sus compañeros son llamados a filas, pero Faversham rehúsa. Considera que ir a la guerra es una estupidez sobretodo en tierras extrañas.
Sus compañeros le desprecian y le envían plumas con sus tarjetas. La película nos narra cómo nuestro protagonista las devuelve con actos heroicos.
El principal valor de esta aventura son sus alardes cinematográficos, la cuidada planificación, rodaje en Sudán y en el río Nilo. La utilización de un rico color, fotografía muy luminosa. El guion no tiene puntos muertos, todo transcurre sin cesar.
Vemos bellas imágenes del Sudán, de Egipto y del famoso río Nilo. Si como filme militar es algo discutible, como espectáculo de aventuras funciona a la perfección. La acción no deja un minuto de respiro. Un suspenso muy bien logrado con actores que cumplen a la perfección toda su labor.


Charlton Heston en Kartum. Precuela de Las cuatro plumas.

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Ninotchka (1939)

GARBO RÍE

NINOTCHKA. Título original: Ninotchka. Año: 1939. País: Estados Unidos. Dirección: Ernst Lubitsch. Reparto: Greta Garbo (Nina Ivanovna «Ninotchka» Yakushova), Melvyn Douglas (Leon), Ina Claire (Swana), Bela Lugosi (Razinin), Sig Ruman (Iranoff), Felix Bressart (Buljanoff), Alexander Granach (Kopalski), Gregory Gaye (Rakonin), Rolfe Sedan (Hotel Manager), Edwin Maxwell (Mercier), Richard Carle (Gaston). Guion: Charles Brackett, Billy Wilder, Walter Reisch. Historia: Melchior Lengyel. Música: Werner R. Heymann. Fotografía: William H. Daniels (B&W). Duración: 110 minutos. Metro-Goldwyn-Mayer (MGM).

Greta Lovisa Gustafsson, conocida por su nombre artístico Greta Garbo (Estocolmo, 18 de septiembre de 1905 – Nueva York, 15 de abril de 1990) fue una actriz sueca nacionalizada estadounidense que empezó su carrera en Suecia y Alemania.  Su primer papel protagonista lo obtuvo en la película muda de 1924 La saga de Gösta Berling, bajo la dirección de Mauritz Stiller. Al año siguiente fue contratada por los estudios Metro Goldwyn Mayer, razón por la cual a la brevedad se trasladó a Hollywood.
Interpretó veinticuatro dramas mudos convirtiéndose en una gran diva, alcanzando la fama internacional alrededor del mundo obteniendo celebridad por su expresión seria y melancólica.
Al llegar el sonoro la Metro tembló por el acento sueco de la actriz, pero su Anna Christie (1930) le otorgó su primera nominación al Oscar, que no obtuvo por cierto. Durante la década de 1930 fue dirigida por cineastas como Clarence Brown, George Fitzmaurice o Edmund Goulding, y actuó junto a algunos de los actores más importantes de aquellos tiempos como Robert Montgomery, Clark Gable, Melvyn Douglas y John Gilbert.
En 1939, ya quemada por tanta tragedia, Garbo intentó con gran éxito convertirse en una cómica. Junto al genial Ernst Lubitsch estrenó esta Ninotchka de la que hablamos en estas líneas. Envalentonada  por este fulgurante éxito repitió con La mujer de las dos caras, que fue un rotundo fracaso, e hizo pruebas para rodar un film en Technicolor que fue rechazado por la Metro. Tras este fracaso decidió retirarse del cine llevando una vida retirada hasta su muerte.

Ninotchka (1939) es todo un clásico de la comedia hollywoodense, dirigida por el genial Ernst Lubitsch (Berlín, 29 de enero de 1892-Los Ángeles, (U.S.A.) 30 de noviembre de 1947) con guion del próximo genio Billy Wilder (Sucha, Imperio austrohúngaro, 22 de junio de 1906–Hollywood, (U.S.A.), 27 de marzo de 2002).  Además de Garbo en el reparto nos encontramos a Felix Bressart (Eydtkuhnen, Prusia Este, Alemania, 2 de Marzo, 1892 – Los Ángeles (U.S.A.) 17 de Marzo, 1949), un actor judío alemán que huyó de la Alemania de Hitler y que vimos en películas de Lilian Harvey, El trío de la bencina, por ejemplo.  También aparece Bela Lugosi (Lugoj, Imperio austrohúngaro, entre el 20 de octubre y el 29 de octubre de 1882 – Los Ángeles (U.S.A.) 16 de agosto de 1956), el entrañable Drácula de la Universal.
No podemos olvidar a Sig Ruman (Siegfried Albon Rumann: Hamburgo, 11 de octubre de 1884 – Julián, 14 de febrero de 1967), famoso villano cómico de Ser o no ser (1942), otra obra maestra del gran Lubitsch, y de varias películas de los hermanos Marx.
La acción transcurre en París, una ciudad con fama de frívola por los estadounidenses, aunque nuestro Lubitsch es verdadero alemán. Tres enviados soviéticos viajan en una misión comercial pero deben acomodarse en una gran suite de un lujoso hotel, contradiciendo su ideología marxista.
No contaré más del argumento porque no quiero fastidiar a futuros espectadores de esta maravillosa cinta. Lubitsch hace gala de su famoso toque. Las secuencias picantes se suceden. Cuando aparece Greta Garbo se muestra fría, antipática incluso pero luego empieza a reír y se humaniza.
El retrato de los tres camaradas soviéticos y de Ninotchka, la comisaria rusa, es entrañable. Son seres puros, algo ingenuos y de muy buena fe. En cambio los personajes «capitalistas» son ruines e interesados.
El año 1939 fue duro para todo el mundo, dos años después la Unión Soviética fue invadida y arrasada por las tropas nazis con un saldo de 27 millones de soviéticos muertos. Por eso me parece injusta la crítica de esta película aunque no simpatizo con el mitificado régimen político.
En 1939 España empezó su dolorosa postguerra, Alemania estaba dominada por Hitler que empezó a invadir otros países iniciando la Segunda Guerra Mundial, Italia estaba dominada por Mussolini y Estados Unidos salía de la Gran Depresión  donde millones de estadounidenses vivían en la calle porque perdieron sus domicilios embargados por los bancos. Un país en tales circunstancias no tenía derecho a criticar a otro país que sólo intentaba sobrevivir.
Hecha esta observación, hablemos de Ninotchka, que fue objeto de un remake en Scope y Technicolor, La bella de Moscú (1957), como comedia y como obra de arte que es harina de otro costal. Una sutil crítica a una dictadura que coarta la libertad de sus ciudadanos.
Lubitsch sabe desarrollar todo su encanto en secuencias inolvidables. Greta Garbo, siempre encasillada en papeles melancólicos y tristes, aquí nos demuestra gran vivacidad. Es uno de sus mejores papeles y de sus mejores interpretaciones . Ya estaba en el ocaso de su carrera porque empezaba a madurar como mujer, la juventud se le iba por lo que decidió retirarse.
El genial cineasta se luce con toda su ironía, su sarcasmo. Recordemos aquella secuencia en que muestra la puerta de la habitación lujosa de los tres camaradas rusos. Oímos murmullos y risas. Entra una cigarrera que sale asustada y regresa al cabo de unos instantes con dos compañeras más.
Ninotchka es seducida por los lujos de París, reservadas a gente muy pudiente. No van a una pensión barata de gente sencilla. La película ironiza sobre una cierta hipocresía de los llamados bolcheviques que sucumben a los lujos cuando se les pone a su alcance. Pero siempre se muestra como una mujer ingenua, manipulada por el sistema en el cual vive, e inocente despertando la simpatía del público.
Estamos ante una gran comedia pero también debemos situarla en su tiempo. Actualmente el marxismo tiene poco crédito, la Unión Soviética desapareció y su ideología está muerta. En aquel tiempo se veía como una amenaza a la civilización de Occidente aunque la mayor catástrofe vino de otro gobierno de ideología distinta. La Historia avanza pero las películas quedan.
Ninotchka es actualmente una comedia agradable, simpática y risueña. Algo obsoleta quizás, pero conserva todo su encanto.


Ernst Lubitsch y Greta Garbo en una pausa del rodaje de Ninotchka.

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