LA CASPA DEL CRIMEN
RUFUFU. Título original: I soliti ignoti. Año: 1958. País: Italia. Dirección: Mario Monicelli. Reparto: Vittorio Gassman (Peppe Valentini llamado «la Pantera»), Memmo Carotenuto (Cosimo Proietti, llamado el Largo (Cosimo), Renato Salvatori (Mario Angeletti), Claudia Cardinale (Carmelina), Marcello Mastroianni (Tiberio Rossi), Totò (Dante Cruciani llamado el profesor), Carla Gravina (Nicoletta), Rossana Rory (Norma), Carlo Pisacane (Cesare Bellucci llamado Saratoga), Tiberio Murgia (Michele Caruso llamado el Siciliano), Gina Rovere (Teresa, esposa de Tiberio), Gina Amendola (Nerina, madre de Mario), Elvira Tonelli (Assunta), Elena Fabrizi (Señora Ada), Pasquale Misiano (Massimo), Renato Terra (Eladio), Aldo Trifiletti (Fernando), Nino Marchetti (Luigi). Guion: Agenore Incrocci, Furio Scarpelli, Suso Cecchi d’Amico, Mario Monicelli. Música: Piero Umiliani. Fotografía: Gianni Di Venanzo (B&W). Lux Film, Cinecittà. Duración: 100 minutos.
El espectacular éxito de la película Rififí de Jules Dassin motivó que se rodaran multitud de películas similares sin alcanzar, ni de lejos, el éxito de la original salvo una honrosa excepción, Rufufú, una comedia italiana que superó en éxito y en calidad al film galo ya mencionado. Su éxito fue tal que se harían dos secuelas, Rufufú da el golpe (Audace colpo dei soliti ignoti, 1959) y Rufufú… 20 años después (I soliti ignoti vent’anni dopo, 1985). También hay un remake estadounidense: Crackers, qué locura de robo (1984). Ninguna de ellas llega a la suela de los zapatos a la película que nos ocupa.
Su título original, I soliti ignoti, quiere decir al español «los sospechosos habituales«. Es decir esa clase de delincuente que jamás intenta rehacer su vida. Se pasan su mísera existencia con trapicheos y cárceles. Son seres marginales,una ruina para la sociedad.
Mientras la banda de Rififí eran delincuentes profesionales muy hábiles en su oficio, los de Rufufú son una completa desgracia. En cierto modo son herederos de las novelas sobre la picaresca española, Rinconete y Cortadillo, El lazarillo de Tormes, donde mostraban a gentes, raterillos, que vivían a salto de mata.
El enorme bombazo de esta comedia encumbró a Vittorio Gassman y Marcello Mastroianni, hasta entonces actores semidesconocidos, se convirtieron en estrellas de la noche a la mañana. Carla Gravina y Claudia Cardinale en grandes divas de la cinematografía mundial.
Tal vez porque Rufufú y toda la comedia italiana nos mostraban el equilibrio entre la comicidad y la tragedia. Un mundo mucho más realista, más cruel pero mucho más humano que los oropeles hollywoodenses. No nos vendían sueños imposibles, nos vendían la misma realidad.
Aquella cuadrilla que desea robar una caja fuerte acaban robando un potaje de garbanzos tras perforar una pared con un medio complicadísimo.
Y en medio de tantas caras nuevas en gran Totó, uno de los actores más singulares del cine italiano. Aristócrata metido a payasoo. Antonio Griffo Focas Flavio Angelo Ducas Comneno Porfirogenito Gagliardi De Curtis Di Bisanzio, o más sencillamente Antonio De Curtis (Nápoles, 15 de febrero de 1898-Roma, 15 de abril de 1967) es toda una institución en la escena transalpina.
En resumidas cuentas nos encontramos anteuna película de culto, una de las mejores de la Historia del Cine.