El Planeta de los simios (1968)

LA GRAN SAGA DE FANTACIENCIA

EL PLANETA DE LOS SIMIOS. Título original: Planet of the Apes. Año: 1968. País: Estados Unidos. Dirección: Franklin J. Schaffner. Intérpretes: Charlton Heston (George Taylor), Roddy McDowall (Cornelius), Kim Hunter (Dra. Zira), Maurice Evans (Dr. Zaius), James Whitmore (Presidente de la Asamblea), James Daly (Honorious), Linda Harrison (Nova), Robert Gunner (Landon), Lou Wagner (Lucius), Woodrow Parfrey (Maximus), Jeff Burton (Dodge), Buck Kartalian (Julius), Norman Burton (Hunt Leader), Wright King (Dr. Galen), Paul Lambert (Ministro), Dianne Stanley (Astronauta Stewart). Guion: Michael Wilson, Rod Serling. Novela: Pierre Boulle. Maquillaje: John Chambers. Música: Jerry Goldsmith. Fotografía: Leon Shamroy.20th Century Fox Duración: 112 minutos.

Pierre Boulle (Aviñón, Provenza-Alpes-Costa Azul; 20 de febrero de 1912-París; 30 de enero de 1994) fue un escritor francés famoso por dos novelas suyas llevadas al cine: El puente sobre el río Kwait y El planeta de los simios. En la segunda el argumento gira alrededor de un astronauta francés, Ulises Merou, cuya nave aterriza en un extraño planeta dominado por los simios que viven en una civilización avanzada mientras que la raza humana, hombres y mujeres, viven desnudos como seres salvajes y son cazados como animales si su vida careciera de valor.
Dicha novela interesó al productor Arthur P. Jacobs que quiso llevarla al cine, pero todas las productoras se negaron a producirla alegando que la película no sería tomada en serio y provocaría la burla del público.
Finalmente interesó a Charlton Heston quien viró un gran potencial en la trama y el productor de la 20th Century Fox Richard Zanuck aceptó llevarla adelante pero cambiaron el guion de Rod Sterling (Dimensión desconocida, Galería nocturna) bastante fiel a la novela de Boulle por una nueva versión de Michael Wilson (1914–1978) que mostraba una sociedad más atrasada y con cambio del personaje central que se convertía en estadounidense, el coronel George Taylor interpretado por el propio Charlton Heston.

El triunfo fue tan espectacular que salvó a la Fox de la bancarrota provocada por el fracaso comercial de Cleopatra (1963) que la había dejado en quiebra. Por ese motivo se rodaron cuatro secuelas inferiores en calidad pero exitosas en taquilla. El director Franklin J. Schaffner había impresionado con su drama medieval, El Señor de la Guerra (1965) con Charlton Heston y Maurice Evans. Ambos actores volvieron a coincidir en El planeta de los simios, Evans como el mezquino doctor Zaius, un orangután que negaba lo que todo el mundo veía. Un falsificador de la historia por intereses políticos aunque el guión justifica sus reticencias.

Una de las variaciones respecto a la novela es que la acción transcurre en el Planeta Tierra lo que se descubre en la famosa secuencia final por todos conocida. Taylor y su pareja humana (Linda Harrison) encuentran los restos de la Estatua de la Libertad en una playa de Malibú. Por cierto ¿porqué no se extraña Taylor de que los simios hablen un inglés shakesperiano? lo que ya denuncia el hecho de encontrarnos en nuestro planeta.
Hecha esta salvedad propia del cine hollywoodense cuya arrogancia roza los límites de lo indecible, la película es una de las mejores de ciencia ficción de la Historia del Cine.
Para mí la franquicia de El planeta de los simios es de lo mejor en cine de fantasía junto a las de El Hobbit y El Señor de los Anillos. Al menos según mis gustos personales.

Con un magistral maquillaje de John Chambers, los actores están excelentes en sus respectivos personajes. Charlton Heston y Linda Harrison como la pareja humana presa de los simios y en los papeles de primates brillan Roddy McDowall como el científico chimpancé Cornelius (Aurelio en la versión española) y Kim Hunter como la doctora Zira. Maurice Evans es un memorable villano, un ser complejo que oculta la realidad por miedo a la raza humana.
La trama es muy compleja y se presta a diversas lecturas. El planeta de los simios no es nada superficial. Es una cinta que ves una y otra vez y siempre te sorprende. En cierto modo es una caricatura de la humanidad, la secuencia del juicio recuerda la de Galileo Galilei que defiende que la Tierra es redonda y la Inquisición le procesa por hereje cuando dice la verdad.
Una película entrañable que muchos aficionados al género aman con pasión y uno de los grandes clásicos de la Historia del Cine.


En el 2001 se estrenó un desafortunado remake en la que destaca el cameo de Charlton Heston como el chimpancé Zaius.

 

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