LA AVENTURA CONTINÚA
MISTERIO EN LA ISLA DE LOS MONSTRUOS. Titulo original: Misterio en la isla de los monstruos. Año: 1981. País: España. Dirección: Juan Piquer Simón. Intérpretes: Ian Sera (Jeff Morgan), David Hatton (Profesor Thomas Artelect), Terence Stamp (Taskinar / Skinner), Peter Cushing (William T. Kolderup), Gasphar Ipua (Carefinatu), Blanca Estrada (Dominique Blanchard), Ana Obregón (Meg Hollaney / Meg Calderón), Yoshio Murakami (Beni), Frank Braña, Daniel Martin, Gerard Tichy, Luis Barboo, Taida Urruzola. Guion: Ron Gantman, Joaquín Grau, Juan Piquer Simón. Novela: Jules Verne. Música: Alfonso Agullo, Alejandro Monroy, Carlos Villa. Fotografía: Andrés Berenguer. Efectos especiales: Emilio Ruiz, Basilio Cortizo. Almena Films, Fort Films. Duración: 100 minutos.
Tras el éxito de Viaje al Centro de la Tierra, Piquer regresó al mundo del gran Julio Verne en una adaptación de Escuela de Robinsones. Se pensó en James Stewart y en Dick Van Dyke, pero el papel principal acabó en manos del legendario Peter Cushing. El resultado es una película simpática y muy divertida algo que en España no era muy habitual.
En España se subvenciona un cine que nadie vé, que no gusta a nadie y rodado por amiguetes y por siervos de la gleba. Piquer contó con el apoyo de distribuidoras internacionales y con la simpatía del público español. Una excepción entre tanta mediocridad.
La película está dirigida a un público familiar por lo que la trama es algo infantil. Ian Sera fue su protagonista real ya que los grandes actores como Peter Cushing y Terence Stamp tienen poca presencia en pantalla.
David Hatton juega el papel cómico algo chirriante pero simpático. Un joven desea vivir aventuras en una isla desconocida en la que aparecen unos monstruos muy evidentes, razón por la cual el argumento da un giro sorprendente. La crítica española se irritó mucho, pero es algo a lo que profesionales y público estamos muy acostumbrados.
A los críticos no les gustan las películas que divierten a la gente. Se ve que tenemos que ir a las salas para ver mensajes políticos que no nos interesan para nada y comernos la cabeza con problemas inútiles.
En la actualidad tenemos el fracaso del cine woke con temas rechazados expresamente y de malas maneras, pero en aquel tiempo ese problema ya existía pero con otros nombres. El resultado es el mismo.
Juan Piquer era un mago de la serie B, del cine de aventuras para públicos sin prejuicios y sin ganas de complicarse la existencia por unas causas que han resultado nefastas a lo largo de la historia.
Es un cine sano, muy simpático y muy agradable de ver.
Terence Stamp, entonces en su mejor época, era y es un actor endiosado, un divo al que el público encumbró por La fragata infernal (1962), El coleccionista (1965), Modesty Blaise, superagente femenino (1966) -película perjudicada por un director inadecuado-, y los primeros Superman como el general Zod, Teorema (1968) . Es buen actor pero su divismo le perjudicó mucho.
Peter Cushing en cambio es un actor con mucha clase. Para los aficionados al fantástico es toda una leyenda. Entre los secundarios nos encontramos a Gerard Tichy como capitán de un barco y los eternos secundarios del cine español, todos ellos excelentes, como Frank Braña, Daniel Martín y Luis Barboo. Entra las chicas Blanca Estrada se luce, compuso bien su personaje ambivalente y Ana Obregón cumple perfectamente con su cometido.